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Bush dice que por el control de petróleo ’merece la pena seguir en Irak

Publie le Jueves 30 de junio de 2005 par Open-Publishing

Por Eduardo Andrade Bone
29.06.05

El neofascista y actual presidente de EEUU, George W.Bush, ha manifestado que a pesar de que la situación en Irak es "difícil y peligrosa", el "sacrificio" de sus tropas allí "merece la pena", en una alocución destinada a persuadir a los ciudadanos frente a una ocupación militar genocida que acapara más y más impopularidad en su país y en el mundo.

Ante las cámaras de televisión y rodeado de soldados, desde la base militar de Fort Bragg (Carolina del Norte), Bush trató de explicar la actual situación en el país árabe con motivo del primer aniversario del traspaso del poder al Gobierno títere provisional.

El terrorista número uno del mundo insistió en que la ocupación militar en Irak "es vital para la seguridad futura" del imperio, aunque reconoció que el Gobierno títere iraquí como las tropas destacadas en su intervención en ese país están enfrentando una resistencia y "una dura lucha y atentados suicidas"

En sus palabras que no cambia demasiado con respecto a discursos trillados anteriores, el líder fundamentalista cito los autoatentados del 11-S como uno de los principales argumentos para continuar la ocupación en Irak, que en su opinión es un campo de batalla fundamental en su guerra para apropiarse del control definitivo y único del petróleo

En este camino, y también haciendo referencias a los atentados realizados en Madrid, Estambul, Casablanca, Riad o Bali, con el apoyo de la CIA, el Pentágono yanqui y los Servicios de Inteligencia británicos, bush defendió que sólo hay una forma de luchar contra quienes "asesinan en el nombre del totalitarismo": "Derrotarlos en el exterior antes de que nos ataquen en casa". Aquí el terrorista Bush, una vez más trata de persuadir a la opinión pública que su genocidio y terrorismo desatado contra la resistencia y el pueblo de Irak, es más legítimo que los que condenan su ocupación.

El neofascista Bush y la ultraderecha republicana, se encuentran cada vez más desesperados ante la falta de credibilidad de sus políticas de muerte, puesto que sus campañas "antiterroristas" cada vez tiene menos credibilidad en el mundo, pues lo único que pretende es establecer el control del petróleo, el gas natural y cuanto recurso natural necesiten para mantener la salvaje política de consumo en su país. Para ello hay que buscar las forma de implantar una especie de dictadura sofisticada en el mundo, no al estilo Pinochet.

Ahora la esencia del terrorismo mismo, hay que buscarlo en la Casa Blanca, la CIA, el Pentágono y los Servicios de Inteligencia de otros países, que le son afines a sus políticas totalitarias de control y muerte en el planeta.

El obsesionado presidente reiteró además su intención de "ayudar a los iraquíes a construir una nación libre" y se mostró convencido de que su estrategia para "expandir la democracia neoliberal" por el mundo está triunfando -citando, entre otros ejemplos, las imposiciones reformistas en Egipto y Arabia Saudí-, aunque aún queda "trabajo por hacer".

Con respecto a la ocupación militar en Irak, Bush se negó a fijar un calendario para la retirada de sus cerca de 140.000 soldados. "Nuestra estrategia puede resumirse en esto: a medida que los iraquíes estén más preparados, nosotros nos iremos retirando", afirmó.

El discurso se produce en un momento muy delicado para G.W. Bush y forma parte de una campaña mediática para tratar de recuperar la iniciativa política ante la pérdida de apoyo en las encuestas,en la opinión pública y en el mundo debido al ascenso cada vez mayor de la lucha de la resistencia de los iraquíes ante el genocidio desatado por los EEUU, y sus aliados inmediatos.

Más de 1.740 soldados han muerto en Irak y más de 13.000 han resultado heridos desde la invasión de marzo de 2003. Además, los enfrentamientos han aumentado en mayo y junio, meses en los que han muerto ya 156 soldados, mientras que las pantallas de televisión repiten permanentemente las imágenes de atentados con coches bomba, pues los malos son los que se enfrentan heroicamente a la maquinaría de muerte del imperio y ellos son las víctimas, ya que los iraquíes no se quieren dejar someter a las "bondadosas políticas" de quienes han desangrado y destruido el país, por ello, de alguna manera hay que seguir justificando la ocupación.

De acuerdo a un sondeo elaborado por Gallup para CNN y ’USA Today’, un 58% desaprueba la manera en que Bush ha gestionado esta guerra y un 53% desaprueba la forma en que está ejerciendo su cargo, las peores cifra de su mandato.

Otro estudio publicado por ABC News y ’The Washington Post’ mostró que la mayoría de los estadounidenses no cree en los aciertos que el Gobierno dice haber logrado contra la resistencia, aunque piensa que las tropas del país deben permanecer con su ocupación en el país.

Con esta última alocución, Bush intenta además unificar el alicaído mensaje oficial, desprestigiado por las continuas contradicciones entre las declaraciones de altos cargos del Gobierno y del Pentágono.

En mayo, el vicepresidente Dick Cheney afirmó que la resistencia estaba dando sus "últimos estertores", sin embargo esta semana varios jefes militares han reconocido que su actividad no se ha reducido en los últimos seis meses. El diabólico secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, advirtió de que la rebelión puede durar hasta una docena de años, o sea, que la ocupación se puede mantener todos los años que sean necesario, hasta poner de rodillas al pueblo iraquí.

Entre otras cosas, la Casa Blanca que se encuentra salpicada de sangre del pueblo de este país, a través de sus campañas comunicacionales, pretende confundir a los iraquíes y a la opinión pública, con presuntos contactos con algún sector de la resistencia, especialmente suní, con el objeto de bajarle el perfil a las acciones que vienen desarrollando los diversos grupos de la resistencia, y que cada vez más, vienen mejorando su coordinación, para enfrentar a la ocupación yanki y sus aliados en Irak.

Finalmente el plan iraquí para la democracia con control remoto, promovido por EEUU, manifiesta que, tras el ejercicio de las elecciones del pasado enero, la Constitución made in USA debe estar lista a mediados de agosto y las nuevas elecciones debieran realizarse en diciembre próximo, siempre y cuando logre imponerse las política neofascistas y totalitarias del gobierno de G.W Bush.