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La visita del emperador
por LUÍS ALBERTO MENDOZA PERIÑÁN
Friday, Nov. 19, 2004 at 1:09 AM
Ilustración de Matiz
El próximo 22 de noviembre el mismo Emperador Bush nos visitará por varias horas, para pasar revista con el presidente Uribe a los aspectos que más le interesan a su política, el Tratado de Libre Comercio y el Plan Colombia.
Desde la década de los años 70 del siglo pasado, cuando se discutía en las universidades si Colombia era una neocolonia de los Estados Unidos o no, los defensores e ideólogos de este régimen se defendían diciendo que era una cantaleta de la "vieja izquierda", porque nuestro país era soberano e independiente.
Los años han terminado por zanjar esta vieja discusión y los hechos hablan por sí solos. La intromisión cada vez más descarada hace notar cómo los Estados Unidos manejan abiertamente los destinos de nuestra Nación; hoy en Colombia tenemos 800 marines norteamericanos permanentes y 600 mercenarios (contratistas) que los paga directamente el Departamento de Estado, acompañados con centenares de agentes encubiertos del FBI, CIA, Servicios Secretos, etc., hasta el punto de que la Embajada norteamericana en Colombia es la más grande en funcionarios que tiene ese país en el mundo.
Esta presencia militar ha estado respaldada por la visita constante de altos funcionarios de las principales instituciones políticas y económicas del país del Norte y ahora hemos sido notificados que el próximo 22 de noviembre el mismo Emperador nos visitará por varias horas, para pasar revista con el presidente Uribe a los aspectos que más le interesan a su política, el Tratado de Libre Comercio y el Plan Colombia.
El Tratado de Libre Comercio próximo a firmarse, de acuerdo con la decisión del gobierno de Uribe, significará la recolonización económica de la Nación que traerá como consecuencia la destrucción del aparato productivo nacional, tanto en la ciudad como en el campo, con graves implicaciones económicas y sociales, y con el Plan Colombia bajo la supuesta lucha antidroga, se afianzará la militarización del país y el recorte de las libertades y derechos individuales de los colombianos.
Este personaje es el responsable de la muerte de más de cien mil iraquíes en una invasión a sangre y fuego contra un pueblo soberano, cuyo único pecado es ser el segundo productor de petróleo en el mundo, porque para los Estados Unidos esta materia prima es vital para su hegemonía mundial. Igualmente es el invasor de Afganistán, pueblo de pastores, pero que tiene el pecado de ser un país rico en minerales y estratégico para el paso de los grandes oleoductos que vendrían desde Siberia hasta Europa; ha legalizado el empleo de la tortura y de otros métodos facistoides que atentan contra el Derecho Internacional Humanitario e implantado cárceles en el extranjero como la de Guantánamo y Abu Ghraib, bajo la custodia del Ejército norteamericano.
El que nos visitará el próximo 22 de noviembre se considera como el gendarme del mundo, impuso el unileteralismo como política exterior, no respeta las decisiones de la ONU cuando afectan sus intereses, pero utiliza a la misma para su hegemonía, respalda abiertamente la masacre que se comete a diario contra el pueblo palestino por parte del ejército de Israel, en fin, es el mayor responsable de que miles de millones de hombres y mujeres del planeta vivan en la miseria, porque sus multinacionales y sus ejércitos saquean las riquezas del mundo.
Por eso George Walker Bush es un visitante no deseado para el pueblo de Colombia, teniendo en cuenta que los sueños libertarios de los patriotas de la Batalla de Boyacá y de la Independencia de Cartagena fueron usurpados por esta Nación en contubernio con la clase dirigente que nos gobierna desde el siglo XX.