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Nicaragua : Manifiesto de Radio La Primerísima

Publie le Martes 11 de octubre de 2005 par Open-Publishing

por Giorgio Trucchi

En algunas entrevistas, declaraciones y documentos oficiales emitidos por exponentes del movimiento Izquierda Democrática (ID) que forman parte del amplio espectro del sandinismo en Nicaragua, se ha oficializado la participación de este movimiento a la Campaña electoral del ex alcalde de Managua, Herty Lewites, quien ha fundado el Movimiento de Rescate del Sandinismo.

Entre los miembros de Izquierda Democrática que han decidido dar este paso, ha sido señalado también el Director de Radio La Primerísima, William Grigsby.

Para aclarar la posición de la Radio, los trabajadores y las trabajadoras han difundido un comunicado/manifiesto que alego a continuació.


MANIFIESTO

Al pueblo de Nicaragua y en especial a los y las militantes de la Causa Sandinista
A la comunidad internacional y en especial a los y las militantes de la Solidaridad

Nosotros y nosotras, trabajadores y trabajadoras de La Primerísima, la Radio
de la Gente, declaramos:

1. Radio La Primerísima es propiedad de sus trabajadores y trabajadoras.
En este sentido, no tenemos ningún vínculo orgánico con ningún poder, organización o movimiento, grupo político, económico o de cualquier otra índole, y por lo tanto, únicamente respondemos a nuestras convicciones, principios, creencias y postulados. Somos una emisora independiente, autónoma, comprometida con la causa sandinista, al servicio de las luchas populares y orgullosamente antiimperialista.

2. Como instrumentos de comunicación desde el pueblo, para el pueblo y por el pueblo, Radio La Primerísima está comprometida con el cambio del sistema económico, social y político que esclaviza a la nación nicaragüense.
Como nos enseñó Carlos Fonseca, luchamos no por un cambio de hombres en el poder sino por una Nicaragua donde todos disfruten plenamente de las riquezas nacionales y del progreso. Esto significa entre otras muchas cosas, construir una sociedad donde el objetivo principal sea la felicidad de todos los seres humanos, erradicando la explotación de unos pocos sobre las grandes mayorías. También significa edificar una auténtica democracia donde los derechos sociales no sean una mercancía, donde minorías corruptas no trafiquen con los derechos políticos, donde los derechos económicos sean parte de la esencia de los derechos humanos.

3. Para nosotros y nosotras, el derecho a la autodeterminación de los pueblos es irrenunciable. Nadie, en ninguna circunstancia, puede imponer a ninguna nación o pueblo en cualquier parte de mundo, su forma de gobierno o su modelo de organización social. Cada pueblo es dueño de su historia y de su destino. Por ello, consideramos como una cuestión de principios la
defensa del pueblo cubano, de su gobierno y de su Revolución; del gobierno constitucional y la Revolución Bolivariana de Venezuela, de los pueblos de Irak, Afganistán, Haití y de todos aquellos que sufren la agresión imperialista.

4. Nosotros y nosotras somos sandinistas por convicción y no por obligación; por compromiso auténtico con nuestro pueblo, no por un salario; y es por esas convicciones sandinistas y revolucionarias que a lo largo de los últimos 15 años -durante los cuales, el imperialismo norteamericano ha restaurado el capitalismo en Nicaragua- hemos sido leales defensores del legado histórico del General de Hombres Libres Augusto C. Sandino, Carlos Fonseca, Rigoberto López Pérez, Ricardo Morales Avilés, Pedro Aráuz Palacios, Arlen Siú, Marta Angélica Quezada, Luisa Amanda Espinoza, Gaspar García Laviana, y tantos y tantos héroes y heroínas consecuentes hasta la muerte con sus ideas de Patria, Libertad y Justicia Social.
El proyecto de país que crearon ellos sigue vigente, es la solución para Nicaragua. Las ideas del sandinismo y el ejemplo de quienes las hicieron posible, son las piedras angulares para hacer de Nicaragua una patria para todos.

El sandinismo es honradez, sentido del honor, amor al trabajo, dignidad personal y colectiva, consecuencia entre lo que decimos y lo que hacemos, amor por nuestros semejantes y la naturaleza, privilegiar los intereses sociales por encima de los intereses particulares. Es también
democracia electoral, reforma agraria, seguridad social, salud y educación gratuitas, pluralismo político, economía mixta, libertad irrestricta de expresión, colocar el estado al servicio de los intereses populares y no del mercado, debate de las ideas, autodeterminación, antiimperialismo, respeto a las diferencias y a las minorías, autonomía política y administración de sus propios recursos para los pueblos caribeños, pleno ejercicio de los derechos humanos para la mujeres y los niños, erradicación de la violencia intrafamiliar, rendición de cuentas de las autoridades públicas, castigo a los corruptos, protección y fomento de las cooperativas, de la producción campesina, de las empresas asociativas y autogestionarias, y de la industria nacional, propiedad estatal de los recursos naturales y de los servicios públicos.

Esos son los valores, los principios y el modelo de sociedad en los cuales creemos y por los cuales luchamos.

Y porque creemos y luchamos por el sandinismo y como sandinistas, exponemos y debatimos cotidianamente y sin cortapisas nuestras ideas y las de los demás, aunque sean contrarias a las nuestras, ejercemos un periodismo profesional y comprometido, y colocamos nuestra radioemisora al servicio de la gente, como un instrumento de lucha ideológica y un factor de cambio.

5. Ante el caos que vive el país, propiciado por los intereses mezquinos de las clases gobernantes y de las cúpulas de los partidos -unos y otros corruptos- quienes se pelean rabiosamente por cuotas de poder, mientras millones de nicaragüenses se debaten en la peor de las miserias, en el hambre, la marginación y la ignorancia, y particularmente ante la profunda crisis por la cual atraviesa el movimiento sandinista, desde Radio La Primerísima puntualizamos:

* El capitalismo, en su modalidad neoliberal, es el principal causante de la corrupción, de la pobreza y del desbarajuste institucional.

* El gobierno liberal es inepto. El Presidente Enrique Bolaños y sus aliados de la oligarquía financiera son culpables de alta traición, pues uno ha renunciado a su misión como gobernante y la ha delegado en los personeros del imperialismo norteamericano, y los otros han hipotecado el país a los poderes fácticos de la banca internacional, los organismos multilaterales y las multinacionales.

Los pactos y repactos entre las cúpulas partidarias, eclesiásticas y oligárquicas, unas con otras y todas contra el pueblo y contra el país, son insostenibles. Ni el país aguanta ni el pueblo está obligado a someterse y terminará por rebelarse contra todo y contra todos.
Ellas y ellos han convertido los poderes del estado en odiosos mercados de ladronzuelos, donde se trafica con las leyes, los votos, los cargos, las sentencias judiciales, los dineros del pueblo y hasta con los derechos humanos.

Quienes detentan el poder en el Frente Sandinista de Liberación Nacional, ya no representan a la mayoría del movimiento sandinista y han deformado el Ideario Sandinista. Tampoco son representativos de ese inmenso y abnegado contingente de sandinistas empobrecidos y rebeldes, aquéllos que pujan por ganar los favores de los yankis y de los ricos, con tal de consolidarse como alternativa electoral. Menos aun, quienes firman acuerdos "estratégicos" con políticos corruptos y sinvergüenzas, o los que se dicen demócratas y solo quieren quitar a sus antiguos amigos de la dirección del partido, para ocupar sus mismos métodos caudillescos y autoritarios.

Los sandinistas necesitamos recuperar nuestra identidad política, y eso solo será posible si construimos un nuevo instrumento donde el debate ideológico sea el método para encontrar consensos, donde los candidatos para cargos públicos sean seleccionados de entre los y las mejores militantes y con límites de tiempo a sus períodos, donde la lucha popular sea parte de su esencia orgánica, donde los dirigentes rindan cuentas escrupulosas de sus gestiones políticas, donde quienes ocupen un cargo partidario no sean a la vez capitalistas o burgueses, donde los líderes sean ejemplo de honradez, consecuencia y humildad. Una organización así, solo podrá ser construida con el concurso de todos y todas las y los sandinistas, con procedimientos democráticos, sin exclusiones pero con hegemonía de los intereses populares.

Nosotros y nosotras compartimos el criterio de que las elecciones por sí solas ni han sido, ni son ni serán la solución a los problemas del país. Creemos que los cambios radicales que necesita Nicaragua, solo serán posibles si crece la conciencia de la gente, en especial de los más pobres, y se traduce en acción política transformadora y permanente. La información y la formación, producen conciencia; la conciencia produce participación; la participación produce los cambios. De los cambios surgirá la justicia social y con ella todos podremos ejercer nuestro derecho a buscar la felicidad de la manera que mejor nos parezca.

En Radio La Primerísima no nos comprometemos con personas ni con candidatos, sean caudillos o a aprendices de caudillos, sino con ideas y proyectos. Como hemos hecho durante las últimas siete elecciones, vamos a respaldar las mejores propuestas para resolver los problemas del pueblo, y en todo caso, éstas deben ser consecuentes con el ideario sandinista: antiimperialismo, justicia social, pluralismo político y economía mixta.

6. Radio La Primerísima tiene un currículo impecable de compromiso y consecuencia con las causas populares. Han sido quince años durante los cuales hemos poyado beligerantemente las luchas de los maestros, de los trabajadores de la salud, de los campesinos, de los militares retirados, de los estudiantes universitarios, de las mujeres organizadas, de los cristianos comprometidos, de las cooperativas de transportistas, de los jubilados, de las víctimas del Nemagón. Hemos resistido y vencido los halagos, las prebendas, las ofertas para comprar nuestra política informativa, los sobornos para subordinarnos a los poderosos, las amenazas de muerte, los atentados terroristas, la asfixia financiera, el boicot publicitario, la intolerancia ideológica, el chantaje y las furiosas embestidas de las minorías políticas fanatizadas.

Ha sido un largo período donde -muchas veces en solitario- reivindicamos nuestro carácter sandinista y antiimperialista, mientras quienes alguna vez detentaron el poder en el sandinismo, naufragaban en los torrentes de dinero y corrupción del neoliberalismo.

Hemos sido también pioneros en la denuncia contra los pactos y el cogobierno, en la lucha contra la corrupción y contra los corruptos, portavoces indomables de quienes desde posiciones revolucionarias pujan por la democratización interna del sandinismo y luchadores incansables por recuperar la mayoría social para que otra vez sea posible en Nicaragua, una revolución popular.

No somos nosotros quienes tenemos que respaldar a un candidato, movimiento o partido. Son los candidatos, los movimientos y los partidos que se dicen sandinistas, quienes están obligados a comprometerse con el proyecto revolucionario.

7. Este año, Radio La Primerísima arriba al 20 aniversario de su fundación. Son 20 años al servicio de la gente y estamos dispuestos a continuar por los mismos senderos de compromiso y consecuencia con la causa de los oprimidos.