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MAS: Rebajar sueldos ¿Para qué?

Publie le Viernes 6 de enero de 2006 par Open-Publishing
1 comentario

Por Jaime Durán Chuquimia

El Movimiento Alternativo al Socialismo (MAS) se prepara para asumir el gobierno. Como todo partido tiene una élite intelectual que se devana los sesos para impedir que el barco naufrague y el presidente Morales entregue el mando después de cinco años. Así se encuentran concienzudamente trabajando en temas de interés nacional: gas, autonomías, constituyente, pensiones y un largo etcétera.

Empero, hoy exploremos el llano: Allá donde se encuentran las bases. ¿Qué les preocupa? Y, oh sorpresa entre sorpresas, descubrimos que no son los grandes temas los que les quitan el sueño. Las "comisiones de transición" de base tienen la mente ocupada en otro tema: Las pegas, los puestos, los sueldos. Pues si, señores, si, los revolucionarios también están hechos de carne y hueso, y como a todo mortal les preocupa el sustento diario.

Y he aquí que el discurso del Presidente Morales les sabe a gloria. "Vamos a rebajar sueldos" ha dicho la magna autoridad. El asunto no es para menos porque ahí estará la puerta de entrada a la apetecida Administración Pública.

Haciendo un ejercicio de futurología básica veamos como se desenvolverá el proceso sobre la base de la experiencia histórica.

El 22 de enero Evo Morales será investido como presidente. Es probable que el mismo día ya se conozca la lista de los nuevos ministros. Estos posesionados en sus despachos podrán por fin ver la realidad del Ministerio. Porque, óiganlo bien campañeros masistas, matices más matices menos, les están contando un lindo cuento al darles información los actuales funcionarios públicos, no porque sean parte de algún complot gonista, lo que ocurre es que es su forma de cuidar el puesto, en este triste y pobre país no queda otro remedio: Si retienes información eres más útil, imaginense si algún honesto funcionario entregase todo, sería su acabose, se acabaría su razón de vivir.

Con todo volvamos a los ministros. Mirarán todo, pero les distraerá una cosa en particular: La planilla. Esa hojita maravillosa que muestra la escala salarial, donde, gócenlo desde ahora señores, se muestra la frecuencia, es decir cuantos y al lado las palabras maravillosas que dicen haber mensual. En resumidas cuentas la torta. Ahora bien, vista la situación del país y la revolución por construir sería desastroso que a un despistado ministro se le ocurra retirar gente. Eso siempre se ve mal, la gente puede decir que miren que el MAS había sido uno más de los partidos a los que criticaba tanto: Sólo le interesaban las pegas.

Entonces el camino va por otro lado. Y ahí la propuesta de reducir sueldos cae de perlas. El argumento no podía estar más a la mano. Pomposamente se escuchará a los ministros el re-descubrimiento de la pólvora: "La Administración Pública es ineficiente, los funcionarios ganan más de lo que deben". En resumidas cuentas darán la bendición del poder a lo que todo el mundo siente: Que en el Estado trabajan un montón de inútiles.

Por tanto, en medio de los vítores de las bajas pasiones del pueblo - porque confesémoslo señores, a quien no le place saber que al vecino lo despidieron o le rebajaron el sueldo, en un país tan pobre como este, la solidaridad sirve para muchas cosas pero no para todas: Tras la crítica a los encorbatados, aunque lo nieguen los puritanos, existe mucho de envidia, tan sencillo como eso - se anunciará la reducción de sueldos.

Sin embargo, lo que no se dirá o hay que decirlo bajito es donde irá el dinero de la reducción. Y aquí los revolucionarios dirán a coro: ¡A ítems de salud y educación¡ pero los revolucionarios auténticos son pocos y las bocas por alimentar muchas. La sentencia se cumplirá sólo para algunos cargos simbólicos. ¿Por qué tanto pesimismo ante la revolucionaria medida? Porque los ministros, viceministros, directores generales y toda la nueva corte aprenderán rápido algo que es ley en la Administración Pública: La pelea por el presupuesto. Cada centavo hay que defenderlo. Así los techos se mantendrán y habrá una nueva división de la torta, de esta manera se pondrá a los discordes en concordia. No habrá despidos, pero podremos contratar a los amigos.

En este punto es posible que al autor de este artículo se lo acuse de conservadurismo. Nada más alejado de la realidad. Lo que ocurre es que hay una cuestión que no debe olvidarse si se quiere hacer una buena gestión pública. Para toda organización siempre se parte por definir que es lo que se quiere hacer, de esta manera en un proceso lógico se define el como lo vamos a hacer. Donde naturalmente se define que tipo de recursos humanos se van a necesitar y cual es la remuneración que se le va a pagar en relación al mercado y al valor de cada puesto. Sobre estos temas hay abundante literatura que sería bueno que los intelectuales del MAS repasen.

En esa línea no se puede confundir el valor del puesto con la evaluación de desempeño. Si un funcionario hace mal su trabajo lo que corresponde es despedirlo, pero no bajarle el sueldo hasta igualarlo a su productividad. Es decir, no sumirnos en la mediocridad. En todo momento y lugar, se paga al puesto no al que lo ocupa. Esta forma de ver las cosas aclararía mucho la difusa imagen que tienen las nuevas autoridades sobre el tema salarial.

Mensajes

  • Gracias por la conribucion
    A mi me parecia haber entendido que Morales propuso rebajar el sueldo del predidente, de los ministros y parlamentarios bolivianos, en ningun momento comprendi que les queria quitar sueldo a cualquier funcionario del pais.
    pero bueno, por si asi fuera, mal vale prevenir.