Por esas calles del mundo

La escritora nicaraguense Rosario Murillo ha enviado un poema para este 2005
que acaba de empezar. Cargado de esperanza, de amor y de RESISTENCIA para los
dias difíciles que van a venir. Hasta pronto Giorgio Trucchi

Por Rosario Murillo

Me doy por enterada. No somos respetables... Eso de la respetabilidad es algo
así como un título nobiliario. Se nace o se compra. Rancios abolengos van en
venta por el mundo. Como todo.

Ser respetables es ser útiles, es decir, serviles. A los imperialistas de la
tierra. Los otros, los que no somos, pues bien, caemos en la desprestigiada categoría
de fanáticos, locos, inmorales y más recientemente, terroristas. Militantes,
también nos dicen algunos. Militantes que equivale a ejécitos o celulitas del
mal. A cáncer, a enfermedad perniciosa...

Este mundo suena hueco. Hasta las palabras, profanadas continuamente, se vacían de contenidos esenciales. Y es que también están en venta. Obedecen a la ley del Mercado. Palabra y Obra, al gusto del cliente, perdón, del adinerado cliente. O del Imperio.

Paz, por ejemplo, quiere hoy decir guerra total; condena a muerte lenta. Fallecimientos millonarios por hambre, por decisión de hambrear y ensuciar o privatizar las aguas, crear pestes y negar los medicamentos; Paz es destruir y acaparar la tierra, las semillas, crear plagas e invadir con pesticidas. Todo esto como pequeño ejemplo. Y paz quiere decir ausencia total de rebelión. O sumisión, más explícitamente. Paz y progreso viene siendo entonces, decreto de agonía paulatina, con vinagre y sal en las heridas. Como Cristo.

Pero, para fastidio de pocos, los insumisos abundamos. Somos los más. Y aunque somos los que menos tenemos, en materia de justicia y derechos, somos los que más tenemos. Porque somos rebeldes. Y porque nos multiplicamos.

Somos los más, y es cuestión de articularnos en mayúsculas y a grito partido.

Y a propósito : El grito, el alarido, es la imagen perfecta para lo que tenemos que hacer. Sacar de la profundidad, entrañas y telarañas, desempolvarlas, lustrarlas, y orondamente estamparnos como más, en toda la superficie del mundo.

Más campesinos exigiendo tierra y trabajando la tierra.

Más mujeres y hombres produciendo alimentos.

Más mujeres y hombres negándose a que nos roben el agua, el alma, los recursos de todos.

Más ciudadanos negándonos a pagar lo impagable, los privatizados servicios, las deudas públicas, los onerosos intereses, y etcétera.

Más personas exigiendo dignidad y trabajo.

Más y más, en cuerpo y alma, en la calle, exigiendo salud, educación.

Más y más negándonos a ser pasivos y sufrientes expectadores de la vida pública, que es para todos.

Más y más por la inteligencia y el poder de las personas, y por las personas en situación de poder.

Más y más contra el emporio "privado", el apogeo corporativo de la guerra, la plata, la tecnología, los medios, los cerebros.

Más y más contra las formas políticas y sociales, autoritarias y excluyentes.

Más y más contra las élites y las estructuras piramidales de cúpulas y penachitos humeantes.

Más y más, por las manos enlazadas resistiendo, produciendo, creando, creyendo.

Más y manos

Más y alma

Más y personas

Más y Vida

Más y alegría por la vida

Más sensibilidad, que es igual a humanidad

a sonrisa, a ternura

a más y más Amor

Entonces, por supuesto, que vamos a ser molestos. Y nada respetables o elegantes. Nada finos, porque la fineza que nos describen, es para otro formato. Ellos son finos, dicen. Nosotros, somos rudos, rudimentarios, toscos, o igualados. Qué más da...?

Pero somos. Militantes, además, no es una mala palabra. Activista tampoco. Bandera, pacifista, (de la paz sin muerte, por supuesto) causa, beneficio, solidario, creativo, socialista, (primitivos, dirán, pero qué importa !). También podríamos pensar en coraje, sueños, vocación, servicio, imaginación, profecía, pájaros...

Ellos van a encontrar la palabra precisa para degradar y descalificar. Para desacreditar. De eso, estemos seguros. Mujer, querrá decir bruja. Y hombre, malvado. Ya dijimos que los significados andan en el baratillo extravagante del mercado. Tan estrambóticos, como la rueda del mercado.

Por el momento, y para que se calmen, para que no tiemblen, vamos a darles tregua y principio, con unas dos palabritas con sentido.

RESISTENCIA, JUSTICIA...

Ambas van y vamos. Pastores a Belén. Todos. Los Más. Los que tenemos el mundo, y estamos tomando la palabra. De pie, andar, que vamos a triunfar... Somos millones sueltos sobre la faz de la tierra... libres y desenvueltos. Libertad és una buena palabra. Suena a viento, a tiempo, y huele a almendras... en flor !

ROSARIO MURILLO

Luna Nueva - Cuarto Creciente