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Los biocombustibles deben ser una politica de estado en Entre Rios

Publie le Jueves 20 de enero de 2005 par Open-Publishing

Por José Antonio Artusi*

Solamente la desidia, la falta de visión de futuro, o la demonización maniquea de todo lo que provenga de una gestión anterior pueden explicar (aunque nunca justificar) que la planta de biodiesel de la Dirección Provincial de Vialidad esté abandonada, y que ni siquiera se le haga mantenimiento, como surge de las declaraciones del Jefe del Departamento Técnico de esa repartición provincial, que reproducen diversos medios de comunicación.

La provincia de Entre Ríos debiera estar abocada con urgencia a la elaboración de un Plan Estratégico de Biocombustibles. No tiene petróleo, ni gas, ni carbón. Pero tiene recursos naturales y humanos como para convertirse en una potencia energética en el campo de los biocombustibles.

Algunos datos de la realidad avalan esta aseveración:

· Si la Cámara de Diputados de la Nación aprueba este año el proyecto votado por unanimidad por los senadores a fines del año pasado, autoría del Senador radical rionegrino Luis Falcó, en el 2009 será obligación el corte con al menos un 5 % de biodiesel para el gasoil y con etanol para las naftas. Esta norma generará una importante demanda de biocombustibles.
· La mencionada ley eximirá del impuesto a los combustibles líquidos y las tasas hídricas a los proyectos de producción de biocombustibles. Además, establecerá un horizonte de estabilidad fiscal por 15 años. Por añadidura, las empresas con capital mayoritario estatal y/o de cooperativas agropecuarias gozarán de la desgravación del IVA sobre compras de insumos y venta de biocombustibles y subproductos.
· El sentido común indica que los combustibles fósiles - no renovables - serán cada vez más escasos, y por ende más caros. La era del petróleo está llegando a su fin. Aunque ese fin tarde en llegar, se aproxima un punto de inflexión.
· Estados Unidos sancionó en Octubre del año pasado una ley que incentiva el establecimiento de plantas de producción y mezclas de biocombustibles. Funcionan allí 75 plantas de elaboración de etanol a partir de la molienda húmeda de maíz, que procesan el equivalente a casi dos cosechas argentinas. Están en construcción otras 13 plantas, de mayor capacidad que las actuales.
· En la Unión Europea, todo el gasoil deberá contener al menos un 10 % de biodiesel en el 2010. En Alemania existen más de 1.700 estaciones de servicio que proveen de biodiesel. En ese país es extensamente utilizado el B-100, biodiesel puro.
· En Brasil, como producto del ’Plan Alcool’, toda la nafta que se consume tiene algún porcentaje de etanol de caña de azúcar. Brasil es el primer productor mundial de alcohol combustible. A partir de una reciente norma, también se deberá usar un 2 % de biodiesel en el gasoil.
· Países tan diversos como China, India, Canadá, Corea, Canadá, y Costa Rica, entre otros, están desarrollando ambiciosos programas de desarrollo de biocombustibles.
· En Paysandú, la Intendencia Municipal tiene en funcionamiento una planta de biodiesel. Sólo durante el primer año, en una experiencia piloto, se elaboraron más de 53.000 litros, que significaron un ahorro de 9.000 dólares para la comuna sanducera. La inversión en biodiesel significó una erogación que se distribuyó entre productores agropecuarios, infraestructura de apoyo, y mano de obra local.
· Nuestro país vivió el año pasado una grave crisis energética, que obligó a importar combustibles líquidos y gas. En mayo del 2004 la paridad de importación del gasoil equiparó el precio virtual del biodiesel producido a escala, con la legislación actual. Si se tienen en cuenta las normas de promoción de la nueva legislación propuesta, la rentabilidad de la producción de biocombustibles aumentará significativamente.
· Sin un plan coherente de inversiones para aumentar la generación, la Argentina se enfrentará a una crisis energética de carácter estructural para el año 2010-2012. Los biocombustibles debieran ser una de las estrategias para responder al desafío de evitar esa crisis.
· La Argentina exporta el 60 % de su producción de maíz sin elaboración, y un 29 % de la soja sin procesar, a pesar de ser el primer exportador mundial de aceites.
· Entre Ríos es productora de soja, girasol y maíz, productos que se pueden utilizar para la elaboración de biocombustibles. Sin embargo, la mayor parte de esta producción se va de nuestra provincia como materia prima.

Frente a este panorama, qué hacer ? Esbozamos aquí algunos aportes al debate:

· Conformar inmediatamente una Comisión Provincial de Biocombustibles, encargada de elaborar un Plan Estratégico de Desarrollo en este campo. Esta comisión debiera ser un organismo ágil y no burocrático, encargado de elaborar grandes lineamientos a corto, mediano y largo plazo, que conformen la base de una verdadera política de Estado en esta materia. Podría estar integrada por representantes del sector público, el INTA, el INTI, las universidades entrerrianas, y las entidades empresarias y gremiales del campo y la industria.
· Apoyar la sanción en la Cámara de Diputados de la Nación del proyecto que viene de Senadores.
· Estudiar y sancionar una legislación provincial que complemente la normativa nacional.
· Alentar la producción de aceites vegetales y biocombustibles en nuestra provincia. La planta de Vialidad podría funcionar como experiencia piloto reactivada en el corto plazo. Es necesario fomentar la industrialización de la soja y otros cultivos en suelo entrerriano, para agregar valor y generar mano de obra local.
· Iniciar estudios de factibilidad para la creación de una empresa estatal - sociedad del estado o sociedad de economía mixta con participación de cooperativas - dedicada a la producción de biocombustibles. El Estado debe recuperar un rol activo y promotor en este campo. La desgravación del IVA para sociedades estatales es un poderoso incentivo que debe ser aprovechado cabalmente.

Entre Ríos está en condiciones de ser una provincia exportadora de combustibles, aunque suene raro. Pero mientras tengamos funcionarios que crean que los entes estatales no tienen ’un manejo de lo que se produce’ y que las licitaciones son ’un trámite demasiado engorroso’ estaremos muy lejos siquiera de aspirar a ese desafío.

Hay que empezar ya. En el 2009 será tarde.

* José Antonio Artusi es integrante del Instituto Hipólito Yrigoyen.


Fuente: ARGENPRESS