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¿Por qué no va tan bien la guerra en el campo de batalla como en el escritorio, Uribe?

Publie le Miércoles 26 de enero de 2005 par Open-Publishing

Por Dick Emanuelsson
dickema@hotmail.com

BOGOTA / 26 de enero de 2005 / Esta mañana nos llegó la noticia que la guerrilla había atacado la cárcel Picaleña en la ciudad de Ibagué, capital del departamento de Tolima. Durante media hora los guerrilleros hostigaron a los guardianes de la cárcel mientras 30 guerrilleros se fugaron por un hueco que la guerrilla había hecho con des petardos. La guerrilla combatió al ejército que llegó después.

La noticia contrasta con las declaraciones y los comunicados bombásticos de los generales, el presidente Uribe y sus ministros en el sentido de que la insurgencia esta prácticamente arrinconada en un inhóspito lugar amazónico. El embajador gringo en Bogota sale a avalar a estas declaraciones como fuera el mismo “supervisor” del Plan Patriota, Plan Colombia, Plan Regional Andina y todos los “Planes”, unos con nombres más fantasiosos que otros. Y subraya el embajador Wood (madera) las palabras del presidente colombiano que “aquí no hay conflicto armado” sino una organización terrorista y la estamos derrotando”.

En todo caso el gobierno esta contento, a pesar de las derrotas en el campo de batalla. Frotan las manos ante el anuncio de Kofi Anan que su asesor especial, James LeMoyne, será retirado en abril ante la crítica de Uribe a este diplomático. ¿La razón? LeMoyne subraya que si, en Colombia lo que hay es un conflicto armado con profundas raíces sociales y económicos que son imposibles de solucionar por la vía militar. Pero es esa vía la que aplica Uribe desde 30 meses, sin mayor éxito.

Y resulta que esa “arrinconada” guerrilla tiene el descarado de atacar en todo el territorio nacional y desacreditar la credibilidad del oficialismo que han lanzado tantos soldados en el Plan Patriota en el sur del país que existen guerrilleros en todo el país.

Acciones guerrilleras en todo el país

O vea Usted mismo abajo algunas de las acciones militares del conflicto armado en Colombia en la última semana:

 La guerrilla ataca la cárcel en Ibagué, capital del departamento de Tolima y libera a 23 guerrilleros.
 El Frente 47 de las Farc embosca a una patrulla del ejército en el departamento de Caldas. Cuatro soldados heridos y dos capturados por la guerrilla.
 Sabotaje petrolero con voladura del oleoducto en el departamento de Arauca deja casi todo el departamento en oscuridad ya que la energia de “emergencia” de Venezuela esta cortado por el secuestro de la policía colombo-venezolana en Caracas del vocero internacional de las Farc, Rodrigo Granda.
 Siete soldados muertos en Tolima cuando caen en un campo minado de la guerrilla.
 Cinco soldados muertos y cinco heridos en departamento de Nariño por un soldado que se volvió “loco” por trauma de guerra.
 Un helicóptero de Black&Hawk, que cuesta 16 millones de dólares, “cae” en Nariño y mueren 25 soldados y oficiales. Extraoficialmente se habla que fue derribado por la guerrilla que tiene fuerte presencia en el área. Una delegación de FF.AA. norteamericana es enviado inmediatamente a Colombia para investigar el motivo por el hecho, cosa que nunca había pasado antes.
 70 paramilitares mueren cuando 12 compañías de las Farc atacan a 400 ‘paracos’ en Puerto Rico y Puerto Lleras en el departamento de Caquetá, el centro del Plan Patriota.
 Y para que las fuerzas militares tomarían un perfil aún más bajo esta semana, tendrán que soportar que el General Jaime Uzcategui, acusado por omisión en la matanza de Mapiripan, donde los paramilitares asesinaron a más de 45 civiles en el matadero municipal, prende el ventilador sobre el tema de “FF.MM y paramilitarismo en Colombia”. El general no piensa ir solo a la cárcel en los próximos 40 años sino llevarse a los otros, los “superiores”, como mencionó en la revista Cambio el año pasado. Y ahora, no solamente habla como “loro” sobre lo todo el mundo sabe, sino hasta llora en el juicio, abandonado por sus superiores. Y la pregunta que los colombianos se hace esta semana es: ¿“Por que es invisible y tan calladito desde un año el General Mora, ex jefe de las FF.MM. colombianas?”

Raúl Reyes en Chía y no en Venezuela. . .

Como se puede observar del panorama político-militar el país se mueve. Y para condimentar un poquito más este panorama tan movido no falta que uno de los 3,5 millones de sapos en “La Red de Informantes y cooperadores” haya visto a Raúl Reyes en el municipio de Chía, que esta ubicado unos 30 minutos al norte de Bogota!

Pobre Policía Nacional, debe sentirse más divida que nunca. Por que hace dos años, solo unos meses después de la ruptura del proceso de paz entre FARC-Pastrana, el jefe guerrillero lo habían visto en Guasdualito, en pleno mercado de la plaza. El motivo era lo de siempre para nosotros de esa edad: “Operar la próstata” Y no solamente se había operado la próstata el comandante Reyes, también Manuel Marulanda había pasado por la clínica en ese municipio fronterizo.

Y en la semana pasada, ante las presiones del gobierno venezolano de presentar las pruebas por presencia de supuestos guerrilleros colombianos en Venezuela, Uribe&Barco envió una nota del “Palacio de Nariño” (como el edificio hablara, como resumió Chávez el domingo pasado la actuación poco diplomática del gobierno de Uribe) diciendo que uno de los siete jefes guerrilleros en Venezuela es Raúl Reyes.

Pero ahora resulta que lo vieron en el centro comercial de Chía, un lugar superpúblico, “por que el tipo tenía una barba como Reyes”, decía la policía esta mañana y armó un impresionante operativo para capturar a “Reyes”. Rodeó todo el centro y capturó al señor que si, resultaba de tener orden de captura pero no por rebelión sino por hurto.

Tapan y ocultan las grandes bajas

Hace poco me comentó un colega que había pasado unos días en el campo y en donde había cruzado con la guerrilla y con la cual tuve una conversación, que ésta estaba impactada en como era posible que los generales y el gobierno pueden tapar y ocultar las grandes bajas que ha tenido el ejercito en la sombra del Plan Patriota. De este plan, que no fue público hasta a final de abril del 2004 (tres meses después), no salen muchos partes de guerra por parte del ejercito. Pero poco a poco sale a la luz pública los escenarios dramáticos de la guerra.

Como por ejemplo de El espectador, que hace una semana tuvo un dramático reportaje donde el periodista relataba como entraron los soldados heridos y desmayados al hospital móvil en San Vicente de Caguán, soportando combates de más de 20 horas con las Farc en esta zona del país. O los soldados desesperados que se agarran en los helicópteros que salen del lugar por el combate. Es otra visión que da por ejemplo los “reportajes” en el canal de televisión RCN, donde se puede equivocarse de una película del domingo en el mismo canal del Rambo o de Silvester Stallone con los “reportajes” de este canal.

En un parte de guerra del Bloque Oriental de las Farc informa que las bajas oficiales del 2004 fueron 4717, entre muertos y heridos en un “total de enfrentamientos (combates, hostigamientos y minados): 2.461. Integrantes del ejército muertos: 1.825. Integrantes del ejército heridos: 2.301.”
La realidad de la guerra

En toda guerra hay también una guerra psicológica y siempre es difícil a verificar a los partes de guerra de ambas partes. Alfredo Rangel, de la Fundación Seguridad y Democracia, ex asesor militar a presidente Pastrana durante el proceso de paz con las Farc, no es cualquier colombiano. En un informe que cayó como un balde de agua fría al gobierno y a las FF.MM. Rangel resume el 23 de octubre 2004 al diario El Tiempo la guerra en los últimos años:

“También concluye (Rangel) que si bien las Farc mantienen un repliegue estratégico, o sea defensivo -más no improvisado-, han desarrollado en los últimos seis años una ofensiva con un impacto considerable, en número de bajas, en la Fuerza Pública, en especial durante los dos años del gobierno Uribe.”

“Por ejemplo, las Farc realizaron un ataque cada 48 horas durante los tres primeros años de la administración Pastrana. Esos ataques aumentaron a dos en el último año de esta misma administración (cuando se rompieron los diálogos del Caguán), y a tres en los dos primeros años de la actual administración.”

Según las estadísticas de Rangel el número de ataques de la guerrilla en los dos primeros años de Uribe fueron 900, cifra que casi igual al total de ataques durante los cuatro años de Pastrana, que fueron 907. “Y a pesar de que las FF.MM. llevan la iniciativa en la ofensiva, según el estudio, las Farc mantienen intacta su capacidad de respuesta militar y de iniciativa táctica en algunas zonas”, nota El Tiempo.

“Advierte que el hecho más importante en el desarrollo del conflicto es que las Farc han cambiado la estrategia de atacar bases fijas -lo cual les ocasionaba más bajas porque las FF.MM. tenían más capacidad defensiva, y se han concentrado en atentar contra unidades móviles.”

Menos bajas guerrilleras

Y sobre las estadísticas de las bajas, que tanto ha aumentado el Ministerio de Defensa y los generales, “el estudio señalan que en el primer año del gobierno Pastrana murieron 3 guerrilleros en cada combate, índice que rebajó en el segundo año de Uribe a 1,2 subversivos muertos por enfrentamiento.”

“Esto puede significar, dice el estudio, que la guerrilla ahora se defiende mejor, o que rehuye el combate contra las Fuerzas Militares, mientras en el pasado las enfrentaba más abiertamente, sufriendo más bajas.”

Y sobre la suma de combates, que según el Bloque Oriental de las Farc fueron solo en su área 2461, entre combates y campos minados, Rangel dice que “en el primer año de gobierno Uribe, las FF.MM. aumentaron en 62 por ciento el número de combates contra la guerrilla, manteniendo el nivel del último año de Pastrana, que fue de 64 por ciento, en el segundo año de la actual administración, según el estudio, se notó una baja del 6 por ciento.”

Quiere decir, que la orden de Uribe a sus generales de intensificar la ofensiva contra la insurgencia resultó ser lo contrario, se debilitó, según Rangel y agrega:

“Esto probablemente se explique porque las Fuerzas Militares hayan llegado al tope de su capacidad operacional durante este segundo año de gobierno de Uribe”.

“Significaría que a pesar de la actitud ofensiva de la Fuerza Pública y del aumento de su capacidad operacional, esta no ha logrado alterar significativamente la tasa de aceleración ni el número absoluto de los ataques de la guerrilla”, añade el informe.

Le toca a sentarse a dialogar por la paz

Entonces, ¿donde estamos con los comunicados del “Palacio de Nariño”, del MINDEFENSA y de la guerrilla? ¿En que podemos confiar como periodistas?

En todo caso es obvio que el simplismo del gobierno de Uribe más tarde o temprano caerá por su propia ilógica. Los reporteros que hemos viajado por las zonas de los combates sabemos que la presencia insurgente es un hecho, sean como sean las circunstancias.

Y seguramente se va a reír ese día, James LeMoyne, cuando el gobierno del “Palacio de Nariño” le toca a sentarse en unas verdaderas conversaciones y negociaciones de paz, no como entre “yo y yo” en Ralito, para comenzar a encontrar una verdadera solución negociada por la anhelada paz colombiana.


Fuente: "Farc no han perdido su capacidad de respuesta armada, concluye estudio de expertos", por Orlando León Restrepo, El Tiempo, 23 de octubre, 2004.
El Tiempo