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Sobre la guerra prolongada

Publie le Lunes 21 de febrero de 2005 par Open-Publishing

Por Alberto Pinzón Sánchez

Bien lo dijo en 1973 el conocido general Vietnamita Giap al iniciar la ofensiva por la toma de Saigón: “El ejercito Norteamericano se partirá como si estuviéramos cortando mantequilla con un cuchillo hirviente”. ¿Quien se acuerda de este siempre sonriente general que en realidad nunca dejó de ser un sencillo maestro de escuela rural para niños, quien se sabía de memoria y podía dibujar hasta en sus mas mínimos detalles todas las batallas de Napoleón?.

Claro que antes, su amigo de armas Ho Chi Minh había advertido la esencia de su pensamiento político-militar: "a la derrota política de la intervención imperialista (francesa, japonesa o norteamericana en Indochina), seguirá la derrota militar."

En Colombia el Militarismo de los Gremios, desde hace muchos años incapaz de remontar la concepción que trajo de la guerra de Corea (1954), todavía sostenida con toda su obsolescencia por uno de sus participantes el vetusto ex-militar Violencia (sic) Tovar; de que los campesinos y trabajadores colombianos eran todos unos fanáticos Maoístas incapaces de pensar y actuar con cabeza propia, aferrados con puntos y comas al libro rojo de la guerra popular prolongada que sirvió en China para derrotar al Imperialismo japonés y norteamericano a mediados del sigo XX, y que se utilizó como justificación para los bombardeos asistidos por el Ejercito Norteamericano en Villarrica 1955 y Marquetalia (1964); hoy no tiene respuestas CREIBLES, para dar una explicación MILITAR y mucho menos política, de lo que está pasando en el país.

Y aunque no me gusta hablar de recuerdos personales, porque se me sale la nostalgia del exiliado; todavía me parece estar en medio de aquel tropel democrático de los años 70’s en la U. Nal, como la conocíamos, y
que reflejaba el gran quiebre universal del año 68.

Hoy los muchachos la llaman la Nacho y ese nombre no me gusta, porque lo asocio con el marihuano Mokus a quien veíamos recoger de sus “trabas” en el jardín de Freud frente a sociología, y con el trepador social de su rector actual.

También con dolor, recuerdo ese energúmeno con la mirada hirsuta tal y como aparece hoy 35 años después, en la foto de su columna de el diario del Vicepresidente “privado” de los colombianos El Tiempo; gritándonos y agrediéndonos a patadas en nombre de su grupo político "Testimonio" a unos cuantos que no estábamos de acuerdo con él en recitar como si fuera el catecismo Astete, la teoría de la guerra popular prolongadísima en Colombia, porque tratábamos de argumentar inútilmente que si esta sirvió en China, en nuestro país sería eso: una carnicería sin fin de civiles, que venía sin parar desde 1830.

Trataba de meternos por las narices, como si fuera un furibundo guardia rojo en la plaza del emperador de Pekín, el librito rojo, a los gritos de "muerte a los revisionistas y larga vida a nuestro timonel Mao Tse
Tung”. Denunciábamos las agresiones de su "grupo político" en el cuando puedario llamado Rojo que salía cuando podía, pero esto constituía el acicate para una escalada mayor: Por medio de sus "Dazibaos" (pasquines que pegaban en los muros de toda la universidad), llamaba a los estudiantes para que nos eliminaran como perros traidores del Marxismo. Su odio era de Verdad (con mayúscula)

Después supe que el Presidente Gaviria en 1991, lo había designado por presiones del alto mando del Ejército colombiano a quienes asesoraba, como Consejero de la Seguridad Nacional. No podía creerlo y tuve que repasar la noticia varias veces. Pero era verdad: Alfredo Rangel se había convertido en el especialista mas importante del Militarismo colombiano en la teoría de la guerra prolongadísima y se sabía al dedillo todos los énfasis idiomáticos, además de las metáforas poéticas de Mao Tse Tung y las etapas necesarias del la guerra de liberación China , y... etcétera, ad absurdum.

La figura del agua y el pez, que había servido al dirigente Chino para explicar literariamente, mas no políticamente, la unión entre guerrilleros chinos (los peces activos) y sus bases campesinas (el agua pasiva); se convirtió en Colombia en la justificación perversa y genocida para la guerra sucia, el terrorismo de Estado con la motosierra de los Paramilitares actuales y el millonario desplazamiento interno:"Hay que quitarle el agua al pez": Vaciar la tierra de campesinos para que las vacas y cultivos industriales, los remplacen.

De la guerrilla móvil a la guerra de posiciones y a los grandes combates para defender zonas liberadas con complejas retaguardias y repliegues estratégicos. Ese será el transito obligatorio y la evolución necesaria
de la guerrilla colombiana. Así fue en la China de 1949 y así será ineludiblemente aquí. Lo dice el gran timonel, es una ley universal y punto. Tenía el anillo para el dedo del alto mando que ansioso esperaba la justificación intelectual para iniciar el carnaval financiero de la compra inmensa de armamento pesado Norteamericano, durante tiempo indefinido, que le permitiera estar preparado para cuando llegara esa transformación obligatoria, no los fueran a sorprender. Y así fue: Hoy el Ejército colombiano es el más grande y mejor armado de toda la América Latina. Y eso cuesta.

En cambio, el burrito que atalayaban para enjalmar cogió otro camino y desapareció en la montaña. Ya lo había dicho y escrito en 1991 con inmensa sorna el actual rector de la U. Nal, el trepador social Marco
Palacio en su libro de la nueva historia de Colombia: "Tirofijo es un Ché Guevara que si funciona". Y así también fue y lo estamos viendo: Ante la arremetida Imperial del Plan Colombia no hubo ningún repliegue estratégico, ni defensa de supuestas retaguardias estratégicas con grandes masas armadas; sino que la guerrilla siguió en los mismos lugares de siempre, mas bien como lo escribe el comandante guerrillero Iván Márquez en su análisis del Plan Patriota; haciendo "hostigamientos diluidos" entre dantas y güios con pequeños grupos invisibles, mientras el resto como lo dijo Jojoy se diseminó silenciosamente por el resto del país, desarticulando el centro del combate que tenía el plan militarista, y sobre todo, sin perder en ningún momento la iniciativa político-militar.

Esto ya lo está n entendiendo a golpes los neonazis cabezarrapadas admiradores del general hitleriano Rommel y al explicárselo a su Miniführer, para que no le aumente el patatús diarreico, tienen que
recurrir a reforzar el cuento chimbo "de que fue que"..que los explosivos estaban dentro de la cárcel de Ibagué, que los soldados no eran regulares sino mas bien regularcitos y habían hecho fiestas en Iscuandé, que la rueda suelta del capitán de Mocoa rompió la disciplina táctica, que en Mutatá no hubo cerco de aniquilamiento sino que les “impactaron” el equipo de comunicaciones (mientras una madre de uno de los soldados caídos dice que su hijo la llamó por el celular diciéndole que los habían abandonado a su suerte) , y así....ad nauseam.

En el entretanto, el ex-maoísta convertido en experto de la guerra prolongadísima y comentarista militar Alfredo Rangel continúa desde el diario del Vicepresidente "privado" de los colombianos El Tiempo; tal y como lo recuerdo, iracundo sin hacer ningún análisis cualitativo de los que debió aprender en el texto "sobre la contradicción", esta vez con el empecinamiento del converso, tratando de demostrar con números, que la guerra alargadísima no ha forzando a la guerrilla a negociar su rendición como él estadísticamente lo ha pronosticado y entonces hay que continuarla sin reparar en sus costos, incluso amenazando con reactivar la motosierra Paramilitar, como si esta se hubiera desactivado.

Sin embargo, el guerrero chino Sun Tsu quien 400 años antes de nuestra era, escribió el tratadito sobre el arte de la guerra, el cual 24 siglos después adaptó Mao Tse Tung como su manual de combate, sin tener idea de que al comenzar el siglo XXI, el Mini-führer de Colombia había tomado la decisión política de llevar el conflicto colombiano a su punto de NO retorno, al pretender el exterminio físico de sus enemigos y extraditar a Estados Unidos uno de sus negociadores: Dejó grabada esta sentencia que no se si ahora tenga alguna validez; " si logras rodear a tu adversario, déjale un lugar por donde pueda salir. De lo contrario este luchará hasta hacerse exterminar".

Lo demás son los destapes cínicos y repugnantes de las andanzas de la Oligarquía ROMOSINUANA costeña y sus alegres Paramilitares, que hace en El Tiempo (13, 02,05) esa agente y espía del Franquismo español Salud Hernández Mora, quien prologó la confesión de su amigote Carlos Castaño y ahora los quiere hacer pasar como si fueran contribuciones a la verdad que inexplicablemente se puso de moda en Colombia; junto con las exhibiciones frente a la hoguera de las vanidades, de las ambiciones presidenciales de del hijo del famoso latifundista gallino Vargas y de Cesar (oea) Gaviria, quien regresa al país sin su risa de hiena y post-operado del quebranto de la próstata, todo lo cual debe estar moviéndole el andamio y haciéndole perder aún mas el equilibrio, al binomioUribe-Mancuso.


Fuente: ANNCOL