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Entre las calandrias

Publie le Martes 1ro de marzo de 2005 par Open-Publishing
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Del pesimismo oligárquico-colonial a la esperanza del Perú andino-mestizo

Por Vicente Otta
Sociologo, Colaborador de la Revista Nosotros
ottarivera@yahoo.com

José María Arguedas y Mario Vargas Llosa

"...se jodió el Perú?"

Los años sesenta han sido en el Perú contemporáneo lo que la década del veinte para el primer medio siglo XX: crucial. En ella se forman las grandes tendencias socio-político y culturales predominantes en este período. Se producen las oleadas de migraciones andinas, se redefinen los lazos con el capital extranjero, hace crisis la industrialización de sustitución de importaciones, se inicia el reformismo militar , se remoza el partido aprista, se forman los partidos de la nueva izquierda y germina el proyecto político senderista.

Esta década que contiene los rasgos que asumirá la sociedad en los últimos 50 años, tiene dos testigos privilegiados: Mario Vargas Llosa y José María Arguedas, que son al mismo tiempo los dos grandes narradores peruanos del siglo XX. Sus obras, particularmente las que mencionamos en este artículo, reflejan como ningún análisis político o estudio académico, los aspectos más profundos, complejos y diversos que encerraba la evolución de la sociedad peruana a lo largo de la fenecida centuria.

A contracorriente de las críticas que lo encasillaban, y en algunos casos pretendían descalificarlo, como indigenista y arcaico, José María Arguedas ha terminado siendo el escritor más moderno y vigente del Perú contemporáneo. Las controversias y críticas que sus obras suscitan (el memorable debate de la mesa redonda sobre Todas las sangres), antes que observaciones de carácter estrictamente literario o linguisticos han sido de enfoques culturales, de cosmovisiones. Así en el fondo, lo que ha estado en conflicto han sido la visión criolla euro-céntrica del Perú y su historia(razón colonial, como dicen algunos intelectuales) y una visión de la evolución del Perú desde sus sangres, desde la racionalidad andina que Arguedas encarnara como pocos peruanos. Mientras la gran mayoría de críticos e intelectuales miraba la piel, Arguedas veía el corazón y los huesos del país.

1.-VARGAS LLOSA, ADALID DE LA MODERNIDAD O ESCRITOR DE LA DESESPERNZA Y ANACRONISMO?

Desde que en 1971 se publicara “Conversación en la catedral”, y su personaje central Santiago Zavala (“zavalita”), expresara la frase: “ cuando se jodió el Perú ”?, ésta ha sido convertida en una especie de interrogante metafísica nacional, quinta esencia de la duda angustiosa que atraviesa la existencia de la sociedad peruana moderna. En realidad esta frase, más bien patética y quejumbrosa, expresa la actitud profundamente pesimista de la clase oligárquica criolla-costeña, que ve derrumbarse el sistema socio-político que había sustentado su dominio durante 150 años de vida republicana. En este sentido, la tembleque pregunta no representa a toda la sociedad peruana, solamente a un segmento de ella, el que presentía su irremediable final. Una vez más, los artistas e intelectuales criollos se asumen como voceros de oficio de “nuestra” cultura y estado psicológico, un reputado intelectual representante de esta cultura, habla a través de uno de sus personajes y dice lo que los individuos más sensibles del mundo criollo agonizante percibían: Que “su” Perú se había jodido. El apacible y confortable mundo en que unos cuantos miles de terratenientes, mineros y burócratas herederos del poder colonial, vivían comodamente de la sangre y sudor de millones de indígenas y cientos de miles de coolies y esclavos de origen africano, se perdía irremediablemente.

Ya antes de la reforma agraria de Velasco(año 1970), los cholos habían empezado a “igualarse”, los afro-peruano se cimarroneaban y los japoneses y chinos asediaban sus pequeñas ciudades,(otrora bastiones de su cómoda y cortesana vida) asumiendo el control de los comercios minoristas y de parcelas productoras de pan llevar. De otro lado, la inversión extranjera, predominantemente americana finalizada la II guerra mundial, y los inmigrantes italianos, alemanes y árabes que se asentaban en otras áreas de comercio y la manufactura moderna, condenaban a los criollos rentistas y parasitarios al empobrecimiento y a la paulatina e inexorable pérdida del poder político.

2.-EL LLANTO POR EL BIEN PERDIDO

Ni la recurrencia a dictadores militares, en la década del 50 en que transcurre la novela, podía salvarlos de la debacle. Antes de que finalice el siguiente decenio un cholo costeño “pata en el suelo”, Juan Velasco Alvarado, al mando de un gobierno militar les dio el puntapie final. Los cholos y el ejercito se resistían a seguir cumpliendo el rol servil de pongos y guardianes, el sistema político oligárquico fue desestructurado y dejó de ser hegemónico.

Este mundo que empieza a perderse irreversiblemente es el que añora zavalita; como en el relato arguediano del Sueño del Pongo, el mundo se estaba poniendo al revés.

Es característica de todo creador artístico percibir determinados acontecimientos individuales y sociales antes que el común de los mortales. Vargas Llosa es un literato, un artista de la pluma y la imaginación, por eso percató estos cambios antes que la gran mayoría de criollos que repiten esta lastimera frase sin darse cuenta de que están hablando de su autobiografía, no de todo el Perú.

“...y restos de comida que circulan tibiamente por el aire macizo de “La catedral”, y de pronto son absorbidos por una invencible pestilencia superior: ni tú ni yo teníamos razón papá, es el dolor de la derrota papá...” monólogo de zavalita, mientras bebe y conversa con Ambrosio en el bar “La Catedral”,* En la página anterior, Ambrosio tambien ha dado su cuota de inquietudes metafísicas: “...La vida no trataba bien a la gente en este país, niño, desde que salió de su casa había vivido unas aventuras de película. A el tampoco lo había tratado bien la vida, Ambrosio...”

*Conversación en la catedral, ediciones Seix Barral, 1970, página 27
La letanía de lamentaciones continúa: “...ASI QUE en Pucallpa y por culpa de ese Hilario Morales, así que sabes cuándo y por qué te jodiste-dice Santiago-. Yo haría cualquier cosa por saber en qué momento me jodí...”*

Y en páginas posteriores: “...-Santiago dice, porque gracias a San Marcos me jodí. Y en este país el que no se jode, jode a los demás...”**, aquí zavalita agrega otro rasgo esencial de la cultura criolla de raigambre oligárquica: la envidia y la mezquindad del fracasado. Es lo que muchos han venido a llamar el deporte “nacional” del palo encebado, igualmente, este no es un deporte nacional, es criollo, costeño y particularmente limeño. La gente de procedencia andina no cultiva este deporte. Villa el Salvador, Unicachi, Ollaraya y el emergente poblador de los conos de Lima dan fe de que sí hay una cultura de éxito, de prosperidad, sin tener que despellejar o acuchillar al que avanza en el camino de la realización personal y familiar.

3.-ARGUEDAS, COMO EL CID, SIGUE GANANDO SUS BATALLAS DESPUÉS DE MUERTO

La novela póstuma de Arguedas: El Zorro de abajo y el zorro de arriba, se escribió en la misma época que Conversación en la catedral, y se publicaron con un año de diferencia: en 1971 la primera y en 1970 la segunda. Coincidentes en el tiempo, difieren completamente en la lectura del Perú de ese momento.

Con todo el desgarramiento y angustia que encierra El zorro ..., es sin embargo la novela de la esperanza, de la apuesta por el Perú moderno, mestizo, andino y de todas las sangres. Es el dolor de la aceptación consciente de que el sueño de reconstruir un Perú con claro predominio étnico-cultural, incaico-andino era inviable. Atento y profundo observador de la evolución del país que tanto amó, y en particular del pueblo indígena del que se sentía parte y vocero, Arguedas vivió y comprendió en Chimbote que la modernización del Perú había tomado ya un curso irreversible, que éste se nutría de hervores que implicaban una fusión cultural y étnica, caótica y magmática en la que no estaba definido el rol y la jerarquía que iba a asumir la cultura quechua-andina .

Sus primeras reacciones a los hibridajes que percibió en la humilde caleta de pescadores, convertida en pujante y dinámica ciudad pesquera gracias al boom de la pesca industrial de la anchoveta, fueran desfavorables. Las expresiones grotescas y caricaturescas, que asumía el proceso de mestizaje y acriollamiento forzado, al que se sometían los migrantes de origen serrano, para poder asimilarse al mundo criollo-costeño que lideraba el oficio de pescador, causó en Arguedas una sensación penosa y desagradable. De ahí que acuñara la palabra “mamarracho” para designar este mestizaje que producía como resultado una especie de Frankestein. Pues el fruto obtenido no era parte de la estética criolla ni de la andina, era un verdadero híbrido, sin perfil definido. Primeras expresiones de lo que posteriormente ha sido denominado cultura “chicha”.

*Capítulo IV, pág. 74, obra citada
** pág. 166
Los tallarines con papa a la huancaína, el ceviche con arroz y cancha; el arroz con leche combinado con mazamorra morada, en la culinaria y repostería; la mezcla musical de huayno y cumbia, la vestimenta de moda occidental con colores intensos de la estética andina, los nombres anglosajones con apellidos quechuas y aymaras, etc. Toda esta abigarrada y potente mezcolanza se produjo en chimbote en menos de una década. Este fue el primer gran proceso de mestizaje violento, brutal y acelerado, que dejó abierto el cauce de lo que sería el proceso de modernización del Perú contemporáneo. Cuarenta años después todo el Perú es un chimbote gigantesco y lo que Arguedas entrevió, en lo que se iba a convertir el país, se ha cumplido.

Vislumbrar este futuro poco amigable para su amado mundo andino, no le impidió reconocer que este era un proceso irreversible; la forma que adoptaba la construcción de la nación peruana, la configuración del Perú moderno; proceso para el cual carecía de respuestas y orientaciones. De ahí que se aferrase al socialismo, a mundos como el de Viet Nam, sin renunciar a lo mágico, a su cosmovisión andina. Su dolor es el dolor del alumbramiento, del nacimiento de lo nuevo, del Perú mestizo y andino contemporáneo.

“...hay en mis huesos muchas de las apariencias del serrano antiguo por angas y mangas, convertido por sus madres y padres, malos y buenos, en vehemente, asolemnado y alegre trabajador social: invulnerable a la amargura aun estando ya descuajado. Dispénsenme la inocente y segura convicción: invulnerable como todo aquel que ha vivido el odio y la ternura de los runas...”, Son las palabras que trasuntan optimismo y fe en el futuro, en la vida. Postreras palabras pronunciadas un mes antes de su suicidio. Qué diferencia con las expresiones quejumbrosas de zavalita , que siente su fracaso individual e intuye que está ligado a la declinación del Perú oligárquico, hechos que lo llenan de nostalgia y pesimismo.

4.-DE LA CALANDRIA CONSOLADORA A LA CALANDRIA DE FUEGO, DEL PERU OLIGÁRQUICO AL PERU MODERNO DE TODAS LAS SANGRES

En su último diario escrito un mes antes de su muerte, dice lo siguiente: “...Quizá conmigo empieza a cerrarse un ciclo y a abrirse otro en el Perú y lo que él representa: “...se cierra el de la calandria consoladora, del azote, del arrieraje, del odio impotente, de los fúnebres “alzamientos”, del temor a Dios ...”. A este ciclo corresponden expresiones como: “...En las punas, sin ropa, sin sombrero, sin abrigo, casi ciegos los hombres están llorando, más triste, más tristemente que los niños. Bajo la sombra de algún árbol, todavía llora el hombre...”, de su himno canción al Dios Padre creador Tupac Amaru.

En el mismo párrafo de este diario dice que se abre el ciclo de la calandria de fuego: “... el de la luz y de la fuerza liberadora invencible del hombre de Viet Nam, el de la calandria de fuego, el del dios liberador. Aquel que se reintegra...”. Igualmente, en el poema a Tupac Amaru, está la respuesta al nuevo ciclo, cuando dice: “...Estoy en Lima, en el inmenso pueblo, cabeza de los falsos wiraqochas. En la Pampa de Comas, sobre la arena, con mis lágrimas, con mi fuerza, con mi sangre, cantando, edifiqué una casa...Somos miles, aquí ahora. Estamos juntos; nos hemos congregado pueblo por pueblo, nombre por nombre, y estamos apretando a esta inmensa ciudad que nos odiaba, que nos despreciaba como a excremento de caballo. Hemos de convertirla en pueblo de hombres que entonen los himnos de cuatro regiones de nuestro mundo, en ciudad feliz...”

Su vida, uncida férreamente al palpitar vital del Perú, se acaba junto con el Perú semi-feudal, “...de la calandria consoladora, del azote, del arrieraje...”, pero renace con el Perú contemporáneo: “...el de la calandria de fuego, el del Dios liberador. Aquel que se reintegra...”.

Todo esto y mucho más es el Perú de nuestros días. El que se reintegra al sonido de la tekno cumbia, del huayno Rock de Uschpa, del canto de Dina Paucar y Margot Palomino; de platos de ceviches con cancha que se comparten en todo el territorio nacional, del tallarín con papa a la huancaína; de vestimentas llenos de colorido; del estilo emprendedor y agresivo de los aymaras y quechuas de Puno, Cusco y de toda la serranía, de los empresarios de Gamarra, Villa El Salvador, Unicachi. De los millones de peruanos mestizos y cholos que empiezan a sentirse orgullosos de su identidad y de los gigantescos logros en la recuperación de su territorio, de su canto y su destino.

5.-LAS PODEROSAS RAZONES DE LA ESPERANZA

La experiencia viva y cotidiana es la mejor demostración de que la cultura andina, que se manifiesta en vigorosos lazos de parentesco, relaciones de reciprocidad(minka, ayni), espíritu comunitario(existen más siete mil clubs provincianos en Lima), su laboriosidad y sentido del ahorro, su planificación de largo plazo, para no mencionar su variada expresión musical y dancistica, y su rica y diversa manifestación culinaria, sigue operante . Todo esto ha estado vigente y sigue jugando un rol sustancial en el desarrollo del actual proceso de afirmación económico-social, de mestizaje y fusión cultural que vivimos. La cultura andina y sus altas expresiones civilizatorias y culturales no se reducen a Macchu Pichu o al señor de Sipán solamente, se expresan de manera viva y operante en los proyectos vitales que los descendientes de nuestro gran pueblo llevan adelante. Aquí y ahora, en el tercer milenio. Por eso afirmamos que hay razones poderosas para el optimismo y la esperanza.

Solamente gentes que nunca entendieron que el Perú era tambien de los serranos, mestizos y cholos, andino por mandato de la naturaleza, pueden pensar que el ocaso del mundo oligárquico significa el fin del Perú, que el Perú se jodió. Una civilización que tiene cerca de cinco mil años de antigüedad se va a “joder” por que un pequeño grupo de parásitos y alienados individuos, con solo 150 años de existencia, sienten que su vida fue cancelada, que colapsaron por que nunca fueron capaces de dominar esta naturaleza ni supieron organizar apropiadamente la sociedad que sojuzgaron y explotaron en este período?. En buena hora que este mundo injusto, oprobioso y anacrónico se jodió!.

Lo más importante está por hacer: darle forma y contornos a la nación de todas las patrias, construir el proyecto hegemónico multicultural y andino. Es el reto de esta hora, cohesionar a los millones de empresarios emprendedores, a los cientos de miles de profesionales y técnicos que han sido aculturados y desconfían o desconocen la fuerza y el valor de la tradición andina, de músicos y artistas que ya son dominantes y mayoritarios en el Perú actual y no son conscientes del nuevo periodo que transitamos. No saben que tienen el país en sus manos!. Es esta la tarea de los peruanos continuadores de Tupac Amaru, Mariátegui y Arguedas. En esta hora, la figura de Arguedas y la presencia de la cultura andina se agigantan. Como la claridad de la aurora cuando amanece el nuevo día.

Mensajes

  • Hello amigo Vicente mi nombre es Antonio Paucar me gustaria hablar contigo si puedes remitirme un telefono te lo agradeceria de antemano a mi correo electronico paucarantonio@hotmail.com espero pronto me despido de un fuerte abrazo amigo bye ANTONIO PAUCAR

  • amo a jose maria arguedas , y por supuesto que es mas escritor que mario porq el recrea vive en cambio mario solo copea de fuentes de redacciones como en "el paraiso a la vuelta de la esquina" claro es una recopilacion de flora y su nieto pero que farsa una recopilacion si llamemosle asi , realmente no comprendo como pudo ganar el premio nobel y me ase pensar, que pago por el , asu diferensia tenemos a arguedas un notable creador porq para escribir ay que recrear mas que cualquier cosa y eso es tenemos lo mas puro lo mas transparente y sorprende en gran manera su sentimiento al mundo andino, porq el no era del todo andino eso es, eso me sorprende que tal asencia, aun despues de muerto te seguimos admirando por tu pureza al escribir ,ati devieron de darte ese premio nobel ,que mal resibido lo tiene mario vargas llosa sus libros son una peste, una tontera ,no lo admiro y lo e leydo ,no lo admirare ,porq sin duda tu no tienes lo que el ya fallesido JOSE MARIA TIENE .Los estudiantes de letras estan realmente desilucionados por tu causa no te queremos ,viva nuevamente a nuestro muso e inspiracion de las nuevas almas de la literatura peruana, Jose Maria con tigo en la memoria