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Habemus Papa (la casa está en orden)

Publie le Lunes 25 de abril de 2005 par Open-Publishing
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Habemus Papa (la casa está en orden)

Por Juan Barbagelata
Buenos Aires, Argentina.

En estos días primaverales de la vieja Europa no soplan vientos de cambio.
Luego de una larga agonía mediática, donde la exposición del martirio Papal estuvo orientada a obtener rating y lograr hacer confluir las miradas de los más de 1100 millones de feligreses que tiene la iglesia Católica en el mundo, aunque también de muchos no feligreses que se vieron virtualmente invadidos por los rayos catódicos, metros de prensa escrita y demás sobre la incertidumbre que se abatía sobre la iglesia con el fallecimiento de Juan Pablo II.
Rumores de intrigas palaciegas, que se abriría la doctrina hacia una conexión más “real” con la gente. Que tal vez sea latinoamericano...
En medio de medidas de seguridad propias de la “guerra fría”, instalaciones chequeadas a pruebas de micrófonos, aislamiento para los electores, donde pudieran meditar y recibir la “anunciación Divina” que los ayude a decidir por un mejor Papa.
En medio de expectativas enormes en la gente. Con turistas de todo el mundo esperando ver las señales de la fumatta que anuncie que sí, que por fin tenemos nuevo Papa.
Que el mundo se salvará una vez más de un destino de oscuridad.
Que las fuerzas del bien nos salvarán del Apocalipsis, aunque no hayan podido salvar a nadie del Holocausto ni de cuanta dictadura militar hubo en Latinoamérica avalada por la Iglesia.
Luego de todas estas dudas existenciales nos anuncian desde la plaza San Pedro (en Latín, una lengua muerta hace siglos y que por otra parte entienden sólo unos pocos) que tenemos líder espiritual. Que la elección fue por Josef Ratzinger el Cardenal alemán, mano derecha de Juan Pablo II hasta su muerte.
Mientras queda develado que algo cambia para que nada cambie, y se sigue condenando el uso de preservativos como protección del SIDA y el embarazo.
Mientras se condena a las mujeres que quieren interrumpir un embarazo no deseado (hecho bastante controvertido porque no hay alusión al aborto ni en el antiguo ni en el nuevo testamento, de hecho sólo está la expresión “no fornicarás” que por otra parte no coarta las relaciones sexuales sino que se refiere al sexo pago, es fácil buscar en diccionarios).
Mientras todo esto sucede ayer se entronizó al nuevo Papa, Benedicto XVI, tal su nombre.
La plaza San Pedro se vió inundada de turistas alemanes con sus caras blancas regordetas, con un leve tono rosado por el sol primaveral, enarbolando banderas alemanas, banderas vaticanas, algunas del Bayern Munich (los más fanáticos) mezclados con viajeros de todo el mundo que están esperando la buena nueva en medio de puestitos de merchandising que hasta hace unos días tenían la imagen de Juan Pablo II y que hoy, con una velocidad de reflejos que no muestra en aspectos mucho más serios esta entidad, ya tienen distintas imágenes de Ratzinger. Todo el merchandising es “oficial” por lo tanto viene bendecido y generará ingresos para la corona vaticana, que viene haciendo agua en términos económicos.
En toda esta “elección” que aparentemente ya estaba decidida desde antes de celebrarse, o sea continuidad de una forma de gobierno llevada a cabo por uno de los protagonistas casi excluyentes del gobierno anterior, hay por lo menos un par de cosas para revisitar.
 
Cosas del Cielo
 
Sabemos la preocupación de la Iglesia con respecto a la purificación del alma.
Del alma de quienes profesan la religión y de quienes conducen la institución.
Por esto mismo es preocupante que Ratzinger, actual Papa, al escribir su autobiografía publicada en 1997 no haya mencionado situaciones de su pasado que por la importancia deberían estar en una biografía, más allá de que sean decorosos o no.
En este caso el lector decidirá cuán decoroso es el recuerdo.
Los archivos del colegio de la ciudad católica de Trausntein, al que asistió como alumno, muestran que se incorporó a los catorce años a las Juventudes Hitlerianas, unidad de la que fue eximido por su práctica religiosa. Posteriormente en 1941 es reclutado por la fuerza aérea alemana. Menciona sí que es reclutado por la fuerza aérea pero no menciona otros datos relevantes de esa etapa de su vida. Es eximido de luchar por “tener un dedo infectado” y se salva de ser ejecutado por desertor en 1944 por haber dado con fuerzas SS con la siguiente explicación “gracias a Dios que eran los que se habían cansado de la guerra y no se querían convertir en asesinos” pasando por alto que ya eran asesinos de millones de judíos, gitanos y demás razas no aceptables.
Mientras Benedicto XVI revistaba en el ejército, a pocos kilómetros de su emplazamiento en la ciudad de Traunstein se levantaba un campo de concentración y en la ciudad se llevaba a cabo una cacería de Judíos, gitanos y antinazis, con la quema de Sinagogas y bibliotecas. En 1945 miles de prisioneros del campo de concentración fueron llevados a la ciudad por las SS en un intento de escapar del ejército ruso que avanzaba sobre Alemania. En esta situación de estar ocultos en la ciudad tres prisioneros intentaron escapar y fueron asesinados por los guardias. Al día siguiente, a modo de escarmiento, fueron masacrados sesenta y seis prisioneros más. Pero este capítulo no está en el libro del nuevo Papa, tal vez no fue lo suficientemente importante para registrarlo.
 
El Papa Benedicto XVI ha sido encubridor durante siete años del Padre Marcial Maciel, fundador de Las Legionarias de Cristo, acusado de abusar sexualmente de nueve adolescentes de su organización. Uno de ellos, el sacerdote Juan Vaca dice en una carta al abusador con copia al Vaticano: “Todo lo que hizo contradice las creencias de la Iglesia y de la orden”. “Cuántas veces me despertó en medio de una noche y me tuvo con usted, abusando de mi inocencia. Noches de temor, tantas noches de sueño perdido, que en más de una vez puso en peligro mi propia salud psicológica”.
El padre Vaca fue uno de los nueve miembros de la orden que denunció haber sido abusado cuando era seminarista por el Padre Maciel. Los acusadores incluían a tres profesores, un maestro, un abogado y un ingeniero.
El Vaticano confirmó que había recibido la carta pero nada más. Cuando se le pregunta a Ratzinger sobre este caso contestó:”nadie puede llevar a juicio a un amigo tan cercano del Papa como Marcial Maciel” y se dio por cerrado el caso.
Caso que no cierra cuando el nuevo Papa, al igual que el anterior, tratan de frenar los derechos de los homosexuales argumentando que es “contra natura” que se puedan casar legalmente o simplemente mantener una relación de amor entre personas del mismo sexo.
Hoy Marcial Maciel además de trabajar en su propia organización dentro de la Iglesia, ha recibido el cargo de Gran Canciller de Regina Apostolorum.
 
Siguiendo la línea mediática de Juan Pablo II, Ratzinger dio una conferencia de prensa aún antes de asumir como Benedicto XVI. En la misma se dirigió a los hombre de prensa en los siguientes términos: “Gracias por el servicio que le han hecho a la Iglesia Católica en estos días... gracias por el trabajo que hicieron, por tener varias semanas la atención del mundo entero en la Basílica San Pedro y en el palacio Apostólico
...cumplir el propósito de Dios los ha puesto a nuestra disposición”.
Volvemos al tema del rating.
Luego leyó su mensaje en italiano, inglés, francés y alemán, dejando fuera el español y más de la mitad de la feligresía católica del mundo.
Los gestos a veces son más fuertes que las palabras.
 
Cosas de la tierra
 
Sabemos que las cuentas vaticanas están al rojo. Que la pérdida de feligreses, malas inversiones y juicios de indole sexual ha mermado sus arcas.
Un peso grave en la economía lo genera Radio Vaticano que, a pesar de los esfuerzos y las estrategias de marketing del Cardenal Edmund Skoza, los balances dan por tercer año consecutivo pérdidas.
El Vaticano es una empresa que emplea a 1500 personas, incluyendo 125 policías y 110 guardias suizos. Esta empresa, se estima, posee una fortuna de más de 1000 millones de Euros entre inmuebles, obras de arte y donaciones que recibe.
Las donaciones, principalmente de EEUU, Alemania e Italia son la principal fuente de ingresos declarada por la organización Fundaciones y Donantes interesados en las Actividades Católicas. Al haber menos feligreses las donaciones bajan. Al haber más exposición mediática (publicidad) hay más posibilidades de recaudación, sobre todo si apelamos al sentimiento de la gente que con la agonía de Juan Pablo II salió a arrasar todo tipo de merchandising recordatorio, banderas, prendedores, medallitas, postales, etc.
Si bien no hay datos claros al respecto, una falta de transparencia que vemos en toda la jerarquía eclesiástica, los expertos estiman que la Santa Sede recibe donaciones por valor de unos 150 millones de Euros al año.
Hay 2864 diócesis en el mundo contribuyendo a la financiación del Vaticano. Felizmente, para ellos, estas diócesis son independientes, lo que los salvó de las demandas por abuso de menores en Estados Unidos que llevaron a la quiebra a la arquidiócesis de Pórtland (Oregón), y las diócesis de Tucson (Arizona) y Spokane (Washington).
En este panorama de cuentas deprimidas nos explicamos la avalancha de baratijas recordatorias de la entronización del nuevo Papa y las que despiden en recuerdo del viejo Papa.
Se trata de “vender” al Vaticano, operación económica que funciona si primero la “venta” tiene éxito en el plano espiritual.
Y como una economía exitosa es producto del que sabe cumplir (o escribir) las leyes del mercado, una iglesia alemana ha tomado la iniciativa de ofrecer un producto al menos novedoso: ring tones cristianos para el celular y con lo recaudado financiar la restauración de su órgano. La iglesia de St. Petri, de Hamburgo, ha puesto una página web (www.petriklingel.de) desde donde pueden bajarse cinco himnos religiosos diferentes previo pago de derechos de autor. El músico eclesiástico Thomas Dahl confía en que la iglesia debute sólidamente en el mercado de los ring tones.
Y ya que estamos en internet, sabiendo que el santo patrono de los navegantes web es San Expedito, tenemos otra página que ayuda a la “espiritualidad vaticana” y a evangelizar en el nombre de Dios (como saben los pueblos originarios de toda América Latina), y es www.ratzingerfanclub.com.
Es interesante el texto que abre la página: “Como Gran Inquisidor de la madre Roma, el Cardenal Ratzinger se ocupó de servir a la Verdad: corregir errores teológicos, silenciar a los teólogos disidentes y caer sobre la Herejía doquiera levantara su horrible cabeza. En consecuencia ha obtenido reputación notoria en los medios liberales. Sin embargo algunos de nosotros vamos mas allá de las polémicas de los críticos y al familiarizarnos con el Cardenal llegamos a adorar a un teólogo brillante y también a un hombre cuya Fe, honestidad, inteligencia y devoción a la verdad son claras. Esta es nuestra forma de expresar agradecimiento y apoyo moral al actual Papa Benedicto XVI”.
El sitio web tiene además un listado de libros “herejes” entre los que está El Código Da Vinci de Dan Brown. Links al sitio del Opus Dei, al de los Knights of Columbus (que se definen el brazo derecho de la iglesia), al de Los Legionarios de Cristo y al de Una Voce (que promueve la vuelta a la misa en latín y los cantos gregorianos). Pero la parte más importante es el merchandising donde encontramos remeras de manga larga, manga corta, vasos, tazas, prendedores, ropa para niños, buzos y gorras con las leyendas “Papista” o “Dándole un mazazo a la herejía desde 1984”.
Muy descriptivos por cierto. Los precios no superan los 12 dólares.
 
Una vez más la Iglesia Católica nos demuestra que para que prosperen las acciones que “salvarán” nuestras almas hay que tener una fuerte presencia espiritual sin perder de vista la relación con los asuntos terrenales.

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