Desplazamiento y destrucción por el conflicto armado

La población civil de Toribio y Jambaló, en el Departamento de Cauca, está en medio del fuego cruzado entre fuerzas militares y guerrilleros. La Organización Indígena de Antioquia (OIA) denuncia a la opinión pública regional y nacional y a la comunidad internacional el desarrollo de cruentos combates, que han puesto en riesgo la integridad y sobrevivencia de las personas. "Esta situación ha desatado una crisis humanitaria desde el pasado 17 de abril, día en que las acciones militares comenzaron", alerta.

Según comunicado de la entidad, las acciones han dejado como saldo trágico la muerte del niño Yanson Trochez Pavi, de nueve años, y más de 20 heridos entre los que se cuentan mujeres y educadores del Pueblo Nasa, comunidad directamente afectada por el fuego cruzado. Más cuatro policías y tres militares fueron muertos. También hubo la destrucción de más de un centenar de viviendas, hechos que han motivado el desplazamiento y en algunos casos el confinamiento de los comuneros.

La Administración Municipal hizo un censo de los damnificados y se encuentra a la espera de que puedan llegar al pueblo los técnicos de la Red de Solidaridad encargados de hacer la evaluación de los daños. De acuerdo con el censo, hay 20 casas totalmente destruidas y 176 con averías.

De manera urgente se le pide a todos los sectores sociales del país y a los amigos de los Pueblos Indígenas de otros países que exijan las garantías necesarias que permitan brindar seguridad e integridad de la vida de los habitantes de estos municipios. "Requerimos de ayuda inmediata para socorrer a los heridos y atender las necesidades básicas de quienes se han tenido que desplazar a albergues o a otras zonas".

Según la prensa colombiana, indígenas y campesinos de Toribío y Caloto que habían abandonado sus viviendas ante los intensos combates durante 12 días empezaron a regresar. Pero aún persiste el temor entre los habitantes de la zona del país por una posible reactivación de los enfrentamientos. Por lo menos hasta ahora desaparecieron los disparos y lanzamientos de cilindrosbombas que realizaban los guerrilleros sobre las posiciones del Ejército acantonadas sobre la carretera de acceso.

Una de las más grandes preocupaciones es la existencia de granadas y cilindros arrojados por la guerrilla y la Fuerza Pública que no fueron detonados. También preocupa lo que pueden ser las actuaciones de la guerrilla y de las autoridades una vez se normalice plenamente la situación de orden público. Los indígenas afirman que de seguro vendrá el asesinato de indígenas por parte de la guerrilla y las capturas masivas de parte de las autoridades.

Ya en Jambaló, según informaciones de la prensa, las comunidades que abandonaron las viviendas, se resisten a regresar al pueblo. Los cerca de dos mil habitantes de la localidad permanecen refugiados en albergues y sitios de asamblea permanente en Zumbico, La Laguna y Pitayó, debido al temor de que las Farc (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) regresen.