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"Hitler kaputt": el capital que lo engendró sobrevivió a la derrota

Publie le Domingo 1ro de mayo de 2005 par Open-Publishing
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Por Gara
1 de mayo de 2005

Es ya histórica la fotografía del soldado soviético que iza la bandera roja en el tejado del Reichstag el 2 de mayo de 1945. La hoz y el martillo han vencido a la cruz gamada y las runas de las SS. Bertold Brecht advierte: "No os regocijéis de que la bestia haya muerto...".

En esa imagen tomada hace 60 años, al fondo se ve un edificio destruido, uno entre miles, de la capital del "Imperio Gran Alemán". Fuera del ángulo de la cámara queda la manzana donde se halla la Cancillería del Reich. Allí, bajo el jardín, está ubicado "el búnker del Führer". Pero el líder del partido nazi y canciller alemán Adolf Hitler ya no se encuentra en el cubo subterráneo de cemento. El 30 de abril de 1945, el "mayor Führer de todos los tiempos" murió junto con su esposa tomando veneno y pegándose un tiro en la sien. Esa es la versión más conocida del final del "mayor terrorista del siglo XX", como lo bautizó el semanario Der Spiegel.

"Hitler kaputt" son las dos palabras con las que soviéticos y aliados se comunican el final de la contienda en Europa. Oficialmente la guerra desencadenada por Hitler terminó con la rendición incondicional ante los conquistadores soviéticos de Berlín el 8 de mayo de 1945. Aquel día marca la derrota del nazismo en el campo de batalla.

"Hora Cero" para olvidar

En Nuremberg, el Tribunal Militar Internacional sentenció al nazismo y sus máximos representantes supervivientes. En el proceso quedó patente que el nazismo no era una ideología, sino un crimen. 12 de los 22 acusados son condenados a muerte y ejecutados el 15 de octubre de 1946.

Entonces, la sociedad germanooccidental se inventa la "hora cero", con lo que multiplica los 12 años de dictadura nazi para olvidar la responsabilidad individual en los crímenes cometidos "en nombre del pueblo alemán". La "hora cero" sirvió en la RFA para evitar durante décadas un debate serio sobre los orígenes del nazismo. Bertold Brecht respondió a la amnesia colectiva diciendo: "No os regocijéis, hombres, de que la bestia haya muerto, porque la madre que lo engendró sigue estando en celo". ¿Quién es la madre? La sociedad austroalemana, y el padre se apellida "el capital".

La Segunda Guerra Mundial tiene muchas facetas: la militar, la ideológica, la del exterminio industrializado de millones de seres humanos... y la capitalista. El capital germano luchó con el yanqui por el dominio del mundo entre 1941 y 1945. Sin embargo, capitalistas de ambos países se trataban y se habían preparado con antelación tanto para la victoria como para la derrota. El fundamental principio capitalista dice: "El dinero no desaparece, sólo cambia de dueño". Cuando en 1945 los pueblos del mundo empezaron a contar los muertos, unos pocos contaban los beneficios adquiridos gracias a las inversiones hechas antes de que empezara la masacre global.

El capital era el poder fáctico en la República de Weimar y en los años 30 decidió financiar al partido nazi. De aquella época data un famoso fotomontaje de John Heartfield que apareció en la revista obrera AIZ el 16 de octubre de 1932 con el título "El significado del saludo hitleriano". Se ve a un uniformado Hitler levantando el brazo para saludar a su peculiar manera; desde arriba una gigantesca persona, vestida con un traje de corte capitalista, deposita billetes de mil reichsmark en la mano del Führer. Heartfield —antes de emigrar se llamaba Helmut Hertzfeld— escenificó lo que corroboraron luego los historiadores: los jefes de la gran industria, de los bancos y las compañías de seguro financiaban al partido nazi.

Varias razones explican la actitud del capital alemán: seis millones de parados y la crisis económica hicieron que aumentara el voto izquierdista, sobre todo el dirigido al Partido Comunista de Alemania (KPD). Aunque el KPD de Ernst Thälmann quedaba lejos de los nazis, éstos empezaban a perder votos y apoyo hacia finales del 32.

El propio Joseph Goebbels, cabeza de la propaganda nazi, apuntó su desolación en su diario: si no se llegaba a tomar el poder por la vía política, habría que recurrir al golpe de Estado. Eso conllevaría el riesgo de una guerra civil, y la palabra "riesgo" no gusta mucho a los inversores capitalistas. Así se explica que el barón Kurt von Schröder, banquero de Colonia, hiciera de intermediario entre Hitler y el ex canciller Franz von Papen para que buscaran una solución que les llevara a formar gobierno. El encuentro tuvo lugar el 4 de enero de 1933 en el chalet de Von Schröder y el 31 de enero el anciano presidente del Reich, el mariscal Otto von Hindenburg, nombró a Hitler canciller.

El Führer aprovechó la oportunidad para que sus hordas pardas machacaran a la oposición socialdemócrata, sindical y comunista antes de "legitimar" su gobierno de unidad nacional en unas elecciones. Una vez conseguido el "triunfo electoral", Hitler eliminó, en el más crudo sentido de la palabra, a la oposición y los sindicatos.

El capital aguantó unos meses hasta que los nuevos jefes nazis hubieran domado a aquellos sectores de sus bases que se tomaron demasiado en serio el significado de la ’S’ del "Partido Nacional Socialista Alemán de los Obreros", NSDAP.

Y Hitler inició el período del rearme. Hacían falta armas y nuevas instalaciones. Estas, a su vez, requerían nuevas pólizas de seguros. La compañía Allianz aseguró la residencia Carinhall del mariscal del Reich, Hermann Göring. Las cuotas las pagó el Ministerio Imperial del Aire. El crédito fue el empujón de la política nazi que conducía directamente a la guerra. Los bancos vieron aumentar sus negocios y buscaron nuevos campos de acción.

La expropiación de los valores de los judíos era uno de ellos. Para repartirse el botín, los bancos forjaron una alianza con la administración fiscal e industriales interesados.

También las anexiones de Austria y Checoslovaquia y, finalmente, la agresión a Polonia respondían tanto a los objetivos ideológicos y políticos de Hitler como a la necesidad de llenar las muy vacías arcas del Estado.

A por el dominio mundial

El 1 de setiembre de 1939 la Wehrmacht invadió Polonia; en 1940 cayeron Dinamarca, Noruega, Bélgica, Luxemburgo, Holanda y Francia; en 1941, Yugoslavia y Grecia. El avance era imparable. Sólo Gran Bretaña resistía.

A Londres llegó ayuda desde EU pero a muy alto precio. Ciertos intereses económicos en Wall Street querían aprovechar la debilidad británica para sacar el máximo beneficio a corto plazo y entrar definitivamente en el hasta entonces bien protegido mercado del imperio británico.

En la alta sociedad de la isla asediada hubo una corriente que se dió cuenta de las intenciones estadounidenses y optó por un armisticio con el Reich nazi. Su cálculo era que con la paz en el frente del Oeste, Hitler se lanzaría sobre el más grande enemigo del capitalismo: la URSS de Stalin. Quien haya leído "la biblia del nazismo", "Mi lucha" de Hitler, sabe que el Führer perseguía un plan de tres etapas: en primer lugar, crear un imperio continental; en segundo, asegurarse el "espacio vital" en el Este para, tercero, instalar Alemania como poder global. Esa idea no podía gustar al capitalismo estadounidense porque frenaría su propia expansión. Y así, mientras el presidente Franklin D. Roosevelt tenía graves problemas para animar a su sociedad a meterse en otra guerra europea, el capital estadounidense seguía haciendo negocios con bancos y empresas alemanas.

Prescott Bush, cuyo nieto lidera actualmente EU, mantuvo acciones en una empresa vinculada al imperio siderúrgico de Fritz Thyssen, el mayor financiero del nazismo antes de 1933. La Ford producía vehículos para la Wehrmacht; sus beneficios subieron un 50% entre 1938 y 1943. General Motors hacía lo mismo. IBM automatizó el registro de los presos de los campos de exterminio. Un punto clave en esa secreta red era Von Schröder, quien, a través del Bank for International Settlements (BIS) de Zurich, hacía llegar los montantes a las partes interesadas. Este intercambio no fue interrumpido ni siquiera después de la declaración de guerra de EU en 1941.

El capital se fuga a tiempo

En diciembre de 1941 fracasó la ofensiva alemana sobre Moscú. Las pérdidas de la Wehrmacht fueron tan inmensas en vidas humanas y material que los economistas ya calculaban que la guerra estaba perdida. A partir de entonces, el péndulo iba a moverse contra los alemanes porque el potencial industrial, económico y humano de sus enemigos era mayor. Las ofensivas de 1942 en el frente del Este fueron vanos intentos de parar el péndulo. Eso lo sabían también los representantes del capital alemán y de las SS.

En otoño de 1943 el jefe del servicio secreto interior de las SS, Otto Ohlendorf, asumió la dirección de planificación del Ministerio de Economía. Junto con los industriales que financiaron la llegada de Hitler al poder, preparó la perpetuación del capital en Alemania para después de la derrota. No fue ningún trabajo clandestino, todo ocurrió a la luz del día y por vía oficial. Una persona clave fue un tal Ludwig Erhard, que elaboró un estudio de cómo habría que pagar las deudas tras la guerra. El 10 de agosto de 1944 sí hubo un encuentro clandestino en Estrasburgo donde altos cargos de las SS, de la banca y de la industria organizaron la evasión de capital a gran escala. Los valores transferidos no sólo eran moneda y acciones, sino también patentes y conocimientos técnicos.

Según fuentes estadounidenses, los alemanes compraron por lo menos 750 empresas extranjeras, entre ellas "214 en Suiza, 112 en España, 98 en Argentina, 58 en Portugal, 35 en Turquía". Cada día de guerra suponía 24 horas más que el capital alemán aprovechaba para esconder sus tesoros. Para ello pudo contar con la ayuda de los amigos de Wall Street.

En la fase final de la guerra, fueron tropas americanas las que encontraron el botín de oro del Reichsbank. Lo que hasta ahora no se ha podido averiguar es cuánto dinero habían transferido los nazis al extranjero. Oficialmente todas las propiedades de Hitler fueron confiscadas. No obstante, hay indicios de que su secretario, Martin Bormann, era quien controlaba las cuentas. Según la versión oficial, Bormann murió en mayo de 1945 cuando intentaba escapar del "búnker del Führer". El ex agente francés Pierre de Villemarest relacionó el destino de Bormann con el de Heinrich Müller, a la sazón jefe de la Gestapo. Müller está en paradero desconocido, ya que en su tumba se hallan los restos de dos cadáveres pero no el suyo. Según De Villemarest, Bormann sobrevivió en América del Sur porque sólo su firma hecha en persona podía hacer regresar cantidades de "dinero nazi" a Alemania. En 2001 la cadena de TV estatal alemana, ZDF, descubrió en el Archivo Nacional de Washington el interrogatorio a Heinrich Müller hecho a finales de 1945 en un campo de internamiento de EU. Fuentes estadounidenses se apresuraron a decir que se trataba de otra persona.

De lo que no hay duda es de que Ludwig Erhard sobrevivió a la guerra. En 1949, tras la creación de la República Federal, entró como ministro de Economía en el primer gobierno del cristianodemócrata Konrad Adenauer. Con la ayuda del Plan Marshall y el arreglo de las reparaciones de guerra, se convirtió en "el padre del milagro económico alemán". En ese cuento oficial no entra el regreso de los miles de millones de marcos escondidos en el extranjero.

En 1963 Erhard sucedió a Adenauer en el cargo de canciller de la RFA. Los empresarios que se enriquecieron con la adquisición de bienes judíos y extranjeros vieron cómo se multiplicó el valor de sus propiedades.

"La bestia" murió el 30 de abril de 1945 pero sus padres seguían vivos y más ricos que antes. El capitalismo alemán siguió triunfando en Europa occidental a pesar de la derrota militar y de ceder la hegemonía al dólar. Los financieros alemanes del nazismo salieron pronto de las cárceles porque el capital internacional los necesitaba para otra guerra, mal llamada "guerra fría". Su nuevo objetivo: acabar con la hoz y el martillo.


Fuente: ¡Parlante!

Mensajes

  • Ustedes escriben aqui, que los empresarios de alemania se robaron los bienes de los judios. Bien, yo conosco en mi familia la histroia al revés pero la historia no escribio el ganador de la guerra, sino mi abuela. Una dama, que no queria la guerra y perdio en dos guerras, guerras financiados por banqueros judios, sus casas dos veces como tributo a los judios, que cobraron los terenos y casa depues de la guerra como ganadores de los dos guerras. La casas, que mi abuela y mi abuelo perdieron estaba los mejores calles en la ciudad de Berlin. Un banco de judios cobraba este terena ya con la casa destruida como ganador de la guerra, pues han financiado la guerra, que tenia que pagar los alemanes. Luego mi abuela se compro de los restos de su ahoro una casa cerca del mar. Alla vivia una familia judia, que no fui afectada de la guerra pero queria esta casa. LOs rusos judios regalaron la casa de mi abuela a esta familia de judios, que nunca trabajaba en su vida y entrego la casita chcica y descudidada a mi abuela. Con 75 anios ya mi abuela tenia nada de una vida trabajadora total. Ella era empresaria de una pequenia empresa. Perdio todo a los judios en la primera guerra y en la segunda otravez. Nada tenia que verr con esta guerra a parte de sufrimientos y perdidas. Me conto de violaciones de chicas del pueblo por los judios rusos, que mataron si las chcias gritaban con su armas grandes. los ganadores esriben los libros de la historia y mentieron mucho. No deben creer todo, que se dicen de alemanes. Mi abuela ni odiaba a los judios, solo rezaba y pedia a Dios una vida digna. Termino pobre su vida gracias a los judios, luego de haber trabajado toda su vida. Los judios se robaban,q ue era de mi abuela y de mi abuelo. Yo fui criada por la escuela por los maestros judios y socialistas en la mentira, que la única raza buenita es la de judios y los alemanes todo son asesinos y ladrones y no he conocido ni una persona mala ni en mi ni en otros familias de nuestro circulo. Cristianos de buena fe, que no robaron, ni mentieron solo trabajaban para los socialistas judios tenian suficiente para pagar a los judios rusos en forma de impuestos cobrados basada en la pobreza del pueblo aleman del parte socialista, luego vivia en el parte de capitalistas y pagaba impuestos a los judios americanos y de inglaterra, que financieron la guerra de America y de Inglaterra contra Alemania y todos los bancos eran de clan de Rothschild- judios banqueros, inclusive de los rusos. Entendio esto en la universidad, donde aprendio el sistema financiera mundial. Yo nada tenia que ver con la segunda guerra, pues nacie bastante despues de la segunda guerra pero hasta hoy pagan los alemanes una guerra, en que ganaron los banqueros judios. Me parece este blog, como una parodia de la verdad y la normal mentira sobre los fondos de la segunda guerra, quien implemento a Hitler, quien fui Hitler y quien pago Hitler con el fin de hacer los alemanes esclavos de los más ricos banqueros judios (zionistas) de este mundo, que financiaron los dos partidos Hitler, como Stalin y todos los demás guerras de este mundo. Siempre financian los zionistas a rededor de la familia Rothschild a los dos partidos, porque solo asi siempre ganaran si o si. Es manera de la masonería de actuar asi, que en su grado 33 todos trabajan para el clan de zionistas y los bajos grados piensan, que hacen algo buenito.
    Zionistas financiaron los campos de concentración del nieto de un judio, que es Hitler. No era aleman sino un drogadicto austrico nieto (extramatrimonial) de un Rotschild (banquera judio zionista con ambiciones del poder mundial desde generaciones, quien embarazo su empleada y caso a la embarazada empleada con un campesino de austria y pagaba el servicio. Luego lo buscaba la familia de Rotschild Hitler para instalar la guerra en alemania. Un maniatico asesino asi como el rey Herodes era. No lo importaba su propio pueblo sino solo escondio sus crimenes a tras de mentiras. Seguro mi espaniol no es perfecto pero si leo perfectamente la manipulación de los ignorantes a la verdad en este blog. Si no quieren publicar, que escribo, es su derecho, pero igual será medio mentira, que aqui escribieron sobre la guerra. No apoyo ni a Hitler ni a los nazis pero la verdad es, que desde generaciones usan los zionistas judios a los alemanes para robar los y para tener causa de robar de grande mandaron a Hitler hacer sus campos de concentración y matar a judios. Ustedes no hablan de milliones de muertos ninios de Alemania. Por miles de toneladas de bombas sobre ciudades con civilistas cada día. Porque? Porque solo la raza de judios son los buenitos? Hitler podria hacer esta guerra sin dinero? Jamás! Piensan no se trata de idiologias sino los zionistas amplian su poder a través de guerras y de fundación de partidos contrarios. Divide y reina, esto es su divisa. QUieren expresar mentiras y odio contra alemanes, porque aprendieron en la escuela o están mal informados? Basta ya con el odio contra los alemanes y la santificación de los zionistas, que solo quieren una cosa esclavirizar a todos los pueblos de este mundo . Ni los judios buenitos se salvan de zionistas, pues esto ya comprobo la segunda guerra. Los judios buenitos están en contra del zionismo y exigen la aprobación de la diferencia entre judaismo y zionismo. Los judios buenitos no roban ni mienten, los zionistas?
    Difamación no debe ser pero si la verdad es manipulado en esta forma como en este blog, si es difamación. Y ni un pueblo debe ser difamado solo porque pusiseron un politico, que cumplio los deberes del poder del nuevo orden mundial de los zionistas. Pue están en cada país. Piensan y serán justos y no producen odio a base de mentiras o medio verdades. Nos quieren dividir . Piensan porque los banqueros judios, ganadores de la segunda guerra se buscaban los de la SS para construir su sistema tan buenito???? Porque permitieron, que oficiales de la SS era los lideres de Interpol hasta 1976? Piensan antes de repetir el odio , que es implementado para enbobar al pueblo mundial y para separar los humanos de la verdad. un día será posible, que ven la verdad y están en la misma como los alemanes pagando impuesto sin fin para los banqueros zionistas se hacen cada dia mas rico y mas poderoso en contra de todos los pueblos de este mundo. Gracias por pensar y verificar antes de repetir lo nos ensenian en la escuela. Nadie de mi familia estaba en la guerra y se salvaron todos en pueblos chiquitos asi sabemos la verdad, pues mi familia es de plena confianza. Sabemos, que no debemos mentir. No producen mas odio contra los alemanes por favor. Cada pueblo tiene sus personas malas y buenas pero en mi pueblo sobre pasan los buenos a los pocos malos y estos muchas veces ni son de decendencia alemana.