Portada del sitio > Santa Cruz desafía al país y anuncia autonomía de facto

Santa Cruz desafía al país y anuncia autonomía de facto

Publie le Domingo 23 de enero de 2005 par Open-Publishing

Por Raúl Peñaranda Undurraga

Parece que Dios le dio una mano al Presidente el viernes. Después de una semana terrible para Carlos Mesa, una sesión de oración realizada en la plaza Murillo el jueves marcó el cambio de tónica. En la tarde de ese día finalmente se presentó la bancada oficialista en el Parlamento, con 17 diputados y senadores, aunque se estima que otros diez se sumarán en las próximas horas. Y el viernes: nueve de los diez alcaldes más importantes del país le ofrecieron respaldo al Ejecutivo y demandaron que sea respetada la estabilidad constitucional.

Pero si Dios pareció darle una mano se la retiró el viernes a las 18.30, cuando Rubén Costas le lanzó al país un desafío colosal: anunció que el viernes 28 se elegirá un Gobierno autónomo de facto. Es un virtual golpe de Estado, además de una decisión ilegal, violatoria de la Constitución Política del Estado.

Costas, ante una masiva manifestación, explicó que ese futuro Gobierno tomará todas las decisiones referidas a la vida del departamento.

No se supo de inmediato qué significa eso desde el punto de vista fiscal, por ejemplo, y quién pagará sueldos a maestros, trabajadores de la administración estatal, etc.
Como reacción, Roberto de la Cruz, dirigente alteño y concejal electo de esa ciudad, dijo que no descarta organizar junto a otras organizaciones una marcha hacia Santa Cruz para “impedir que se consume la conspiración oligárquica”. Explicó que en coordinación con el Bloque Oriente (trabajadores y campesinos de Santa Cruz que no están de acuerdo con las medidas de su Comité Cívico), los movimientos sociales del occidente del país “impedirán el fraccionamiento de Bolivia”.

Desde hace un siglo que no se producía en el país una situación en la que un departamento tomaba una decisión semejante.

Cívicos cruceños contra alcaldes

En horas de la mañana del viernes, los alcaldes de todo el país, con la única excepción de Santa Cruz, leyeron en sus sedes un documento de respaldo a la estabilidad constitucional. Fue notorio que también suscribieran el texto los alcaldes de Tarija, Cobija y Trinidad, que pertenecen a partidos tradicionales. Era el as bajo la manga que tenía preparado el Ejecutivo ante la avalancha cruceña.

Los alcaldes de La Paz, Juan del Granado; de El Alto, José Luis Paredes, de Sucre, Aydeé Nava; de Cochabamba, Gonzalo Terceros; de Potosí, René Joaquino; de Oruro, Edgar Bazán; de Tarija, Oscar Montes; de Trinidad, Moisés Shriqui; y de Cobija, Miguel Becerra, se pronunciaron a favor de régimen constitucional.

Considerando la legitimidad de los alcaldes electos, todos ellos ganadores de los comicios excepto el de Cobija (que salió segundo), el respaldo logró equilibrar temporalmente las fuerzas contra la arremetida cruceña, que parece no estar interesada en ningún acuerdo -ni siquiera la salida del Presidente- excepto la autonomía y el control de los recursos naturales.

El viernes, Juan del Granado lideró la recuperación de la fortaleza de las demandas de Octubre, que se había diluido por efecto de la acción del movimiento cruceño y del sabotaje de los empresarios y partidos tradicionales. Dijo que es intolerable que “los cadáveres políticos ambulantes” hagan declaraciones alentando la “conspiración oligárquica”. Se refería, por supuesto, a los ex ministros del gabinete de Goni, como Guillermo Justiniano, que dijo el miércoles que “Carlos Mesa está hoy como Goni dos días antes de renunciar”.

Del Granado dijo que el Presidente expresó que él quiso dar una muestra “muy clara de diálogo, una muestra de flexibilidad, pero la respuesta que recibió de algunas organizaciones que conducen el movimiento cruceño dan cuenta que van más allá de una reivindicación económica. Está claro que detrás de esto hay una conspiración oligárquica y aquí estamos los alcaldes de todo el país para decirle no a la conspiración oligárquica”.
Los movimientos y dirigentes que apoyan las demandas de Octubre empezaron a perder fuerza en los últimos meses, pero frente a la desembocada demanda cruceña recuperaron su fortaleza. Abel Mamani, que lideró la semana pasada el movimiento vecinal alteño contra la empresa Aguas del Illimani, anunció que organizará una marcha de apoyo al Presidente. “Si cae Mesa y llega otro podemos perder todo lo avanzado, no habrá juicio contra los masacradores de Octubre, no habrá Asamblea Constituyente y no habrá una Ley de Hidrocarburos patriótica”, dijo Mamani. De la Cruz coordinará con Mamani la defensa de la democracia. “Mesa es un mal menor”, dijo De la Cruz. Otras marchas similares se anunciaron en Cochabamba, Tarija y La Paz.

Por otro lado, la Confederación de Juntas Vecinales de Bolivia (Conalfejuve) firmó un pacto de unidad nacional en La Paz con el Gobierno de Mesa, cuyo objetivo central es la defensa de la democracia. Dicho propósito coincidió con el pronunciamiento de los alcaldes.

Las malas noticias

Fue una semana negra para el Presidente, que terminó con el anuncio cruceño de autonomía de facto. Primero, sufrió una baja importante con la nueva postura de Evo Morales (que perdió la oportunidad de ser él quien apostara por la estabilidad y demostrara su fortaleza frente a la movilización cruceña). Segundo, no convenció al Comité Cívico Pro Santa Cruz con la rebaja del precio del diesel. Tercero, cuatro de sus ministros fueron censurados por el Parlamento y se vieron forzados a renunciar. Quinto, los líderes cruceños anunciaron la agudización de sus protestas para la próxima semana.
El Parlamento, plagado de ilegítimos representantes, acostumbrados a los sobresueldos y a las presiones y cuyos partidos acaban de recibir el seis o menos por ciento de los votos en las elecciones municipales, han recuperado cabeza, a sólo 15 meses de su cuasi fallecimiento político. En el acto interpelatorio, los diputados del MIR y MNR no tuvieron problema en criticar el “gasolinaza”. ¡Justamente ellos, que en el pasado defendieron esas medidas sin contemplaciones! Los ministros censurados fueron el de la Presidencia, José Galindo; de Desarrollo Económico, Horst Grebe; de Hacienda, Luis Carlos Jemio, y de Hidrocarburos, Guillermo Torres. El Presidente los ratificó de inmediato.

Mesa, con el respaldo del jueves y viernes, ha mejorado su posición y puede sentirse tranquilo de que el desafío cruceño ya no es contra él y su Gobierno sino contra el resto del país. En ese sentido, la crisis política para Mesa paradójicamente se agravó pero a la vez podría aglutinar al resto del país entorno a él.


Fuente: La Epoca